sábado. 27.04.2024
Casa consistorial de Viana do Bolo. | FOTO: Iván Iglesias
Casa do Concello de Viana do Bolo FOTO: Iván Iglesias

El pasado sábado, 13 de noviembre a las 12:00h, el Concello de Viana do Bolo celebraba un pleno extraordinario de forma urgente para resolver las alegaciones interpuestas contra la realización de una serie de obras en el municipio, que pretende acometer el equipo de gobierno. Tal y como ocurre con las convocatorias de esta índole, el primer punto del orden del día debe ser votar a favor o en contra de dicha urgencia.

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"Al inicio, el alcalde explicó los motivos de la urgencia e instó a la votación. En ese momento quisimos exponer nuestra opinión sobre la necesidad de celebrar este pleno un sábado. No se nos dejó y se nos retiró la palabra", explica Secundino Fernández, representante del BNG vianés, añadiendo que era "su derecho lógico, democrático y normal" en esa situación.

Por su parte, el alcalde, Abelardo Carballo, asegura que todo se produjo con normalidad. "Ocurrió lo que es normal, ya que en un pleno de estas características, primero se vota la urgencia y luego se debate lo que haya que debatir. Su problema es que quieren imponer, no debatir. Se convocó este pleno porque el tiempo se nos echa encima. Tenemos obras muy importantes entre manos para Viana y su objetivo es que no se haga nada", recalca.

El BNG quiere imponer, no debatir (Abelardo Carballo)

Ante la situación de tensión, los representantes nacionalistas decidieron abandonar la sala. "Nos parece un atentado a la democracia, una actitud fascista y dictatorial. Nos molesta que no se deje expresar la opinión de los vecinos de Viana que nosotros representamos y que el PSdeG, que en teoría no apoya al gobierno, se quede aceptando las condiciones del alcalde", cuenta.

"Tiene falta de argumentos y por eso me llama dictador", asegura el alcalde. "Cuando yo estaba en la oposición me quitó muchas veces la palabra y yo me callaba hasta que tenía la oportunidad y debatía. Hizo levantar a sus compañeros, hizo que se marcharan cuando no había debate posible ya que tenemos mayoría y la abstención del PSdeG", añade.

Tal y como explican a este medio, la intención del BNG nada tenía que ver con una oposición a dicha urgencia, sino con exponer su opinión con respecto a la naturaleza de la convocatoria. "No queríamos oponernos, solo argumentar nuestro voto y continuar.​ Un pleno urgente tiene que serlo verdaderamente porque en este caso no se iba a avanzar nada administrativamente, no era un día hábil en la Administración, por lo que habría sido igual celebrarlo esta misma mañana a primera hora", concluye Fernández.

"Que no le hubiera dejado hablar le viene muy bien para hacerse la víctima. El viernes celebramos la Comisión de Cuentas y se abstuvo. A las obras votó en contra. No quiere que se haga el centro de día, ni que se convierta la plaza de Abastos en un edificio multiusos, lo que por cierto molesta a votantes de su propio partido. Dice que estamos arruinando al municipio cuando tenemos un superávit de cuatro millones de euros, del que ni siquiera se va a utilizar uno entero", asegura el alcalde.


 


 

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