La Confederación de Centros de Desarrollo Rural (Coceder), junto con el Centro de Desenvolvemento Rural Portas Abertas, ha presentado un estudio de análisis sociolaboral que muestra los sectores más demandantes de trabajadores, de forma estable o puntual, y perfiles emergentes en la comarca de Verín. Xosé Elías Trabada es el director de este estudio, que cuenta con Sandra Santamarina como investigadora, y revela que la hostelería es la más carente de profesionales.
La investigación, desarrollada entre octubre de 2021 y mayo de 2022, concluyó que existe un crecimiento ocupacional en el sector servicios, destacando la hostelería y el turismo. Por ello, algunos de los perfiles más buscados en empleos estables son de camarero o cocinero, así como de ayudantes de estos ambos profesionales.
Otro de los sectores en auge es el sociosanitario. Según el estudio, aumenta el empleo de cuidadores de personas mayores o dependientes a domicilio, en residencias o en centros de día. Otros perfiles que se solicitan están relacionados con la construcción o el transporte, donde se buscan conductores de camiones.
El estudio se hace eco del declive profesional que sufren los sectores de la construcción y la confección textil "iniciada con la crisis de 2008", aunque destacan un cierto "repunte" en empleados de obra. Pese a ello, sigue la escasez de personal semicualificado como electricistas, fontaneros o albañiles, entre otros.
La temporalidad y su captación de trabajadores se centra, especialmente, en el sector agrario. Empleados, cualificados o no, para el cuidado de los terrenos agrícolas están muy demandandos. El sector vitivinícola adquiere una relevante importancia en este ámbito dentro de una comarca en la que cada vez se dedican más terrenos a su producción.
Entre los empleos temporales con demanda están relacionados con el mundo de los muebles y el metal, así como monitores de tiempo libre tanto para niños como para las personas más mayores.
La investigación señala que la falta de trabajadores en algunos de estos sectores se debe "con frecuencia a la precariedad laboral dominante", no a la falta de formación de las personas. Otra de las carencias que señala es que la instrucción formativa "no responde con eficacia a las necesidades y demandas del mercado laboral".
Pese a las carencias, nuevos perfiles emergen y la viticultura vuelve mostrar su importancia para la comarca. Las profesiones más especializadas dentro del mundo del vino, como técnico en viticultura o enotecnia, surgen como una oportunidad laboral. A esto se le suman los monitores deportivos, puestos relacionados con las nuevas tecnologías o personas que deciden emprender de forma autónoma.
Este estudio sociolaboral forma parte de las Operaciones del Eje 6 de Innovación Social del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social, financiado por el Fondo Social Europeo. En él participaron centros de formación, entidades públicas y empresas privadas.