Había, este pasado fin de semana, muchas ganas de retomar la Fiesta de la Castaña de Vinhais tras un año de parón por la llegada del coronavirus, que frenó todo tipo de festejos en todo el mundo. El Parque de Exposiciones de la localidad se vestía de gala con los más de 90 puestos de venta instalados para la ocasión rendidos, la mayoría, a la protagonista de este evento: la castaña. Esta zona del norte de Portugal y muy cercana a la comarca, es una de las mayores productoras del país luso, registrando cosechas de más de 15 mil toneladas al año.
Las buenas expectativas que lanzaba la Cámara Municipal el propio día de la presentación, en palabras de su presidente, Luís Fernandes, fueron superadas con creces. "Esperamos siempre, en cada edición, varios millares de personas", decía en una entrevista a este medio. Las cuentas no fallaban, ya que la asistencia rondó las 30 mil personas en los tres días de celebración del evento.
"Teniendo en cuenta el contexto actual, que la pandemia todavía no se ha ido y con las medidas de seguridad vigentes, la Fiesta de la Castaña tuvo mucho éxito, con muchos visitantes y un elevado volumen de negocio, más que en 2019", afirman desde la Cámara Municipal. Unos números que superan a los de la última edición presencial sobre todo, en lo que se refiere a la castaña. Las ventas de este producto se duplicaron en esta última edición, situándose por encima de los cuatro mil kilogramos.
Unas cifras casi de récord aunque para récords, el del mayor asador de castañas del mundo, reconocido por el Guiness World y que un buen día de 2007, los trabajadores de la Cámara decidieron fabricar debido a la gran tradición en la zona. Consiguió cocinar, durante estos tres días, más de dos toneladas de producto, que fueron disfrutados de manera gratuita por todos los asistentes.
El mayor asador de castañas del mundo. | FOTO: Xosé Lois Colmenero
