viernes. 03.05.2024
Javier Castrillo, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital de Verín. | FOTO: Anabel G. Simón.
Javier Castrillo, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital de Verín. | FOTO: Anabel G. Simón.

El pasado tres de febrero se cumplieron tres años de la reapertura del paritorio de Verín -y Kevin, el primer bebé nacido después del cierre, cumple este lunes día 6 de febrero otros tantos-. 

Concluían 64 días de lucha de todo un pueblo, apoyado por otros muchos colectivos llegados de más allá de las Estivadas y que tuvo algún que otro nombre propio, como el del jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Verín, el palentino Francisco Javier Castrillo Gutiérrez. Llegaron a apodarle "Castrilloman". Fue la una de las voces del movimiento en los diferentes entornos mediáticos y su pulso, firme, le costó la apertura de un expediente disciplinario aún no resuelto. 
El de Verín es el hospital del Sergas que, porcentualmente, más ha aumentado el número de partos en los últimos tres años. 

Tres años después, sin pandemia, con dos pediatras y el paritorio con buenos números… ¿Confirma el tiempo que aquella decisión no tenía ni pies ni cabeza?

Lo que no tenía ni pies ni cabeza eran los argumentos con los que intentaron llevar a cabo aquel cierre. Resulta casi cómica la fórmula que utilizaron. Se presentaron intentando convencerles de que era mejor no tener un paritorio que tenerlo, no tener un hospital que tenerlo. Eso, en lo que se refiere al público en general. A los profesionales intentaron que traicionáramos nuestra ética profesional, nuestro código deontológico, nuestro juramento hipocrático. Pretendían que en ningún caso pudiese parir una mujer en Verín bajo cualquier circunstancia, aunque corriese grave riesgo de muerte a esa madre. El protocolo que nos enviaron era una auténtica prevaricación que ponía en peligro a las mujeres. 

Desobedecí unas consignas que estaban en contra de mi código deontológico, no fue un desafío a ningún superior, al conselleiro o a la propia Xunta. 

Desoyendo esas directrices, ¿no estaba yendo demasiado lejos?

Lo único que hice fue anteponer la seguridad y la salud de mis pacientes al miedo a esas represalias haciendo mi trabajo de la forma que yo consideraba que tenía que hacerlo, de la forma más segura para mis pacientes. 

Aquello fue un intento de engañar a la gente, de darles gato por liebre a una gente que, en la mayoría de los casos, ha dado la vuelta al mundo. Intentaron engañar a gente muy, muy sabia, a la que es muy difícil engañar. 

Las mentiras son mentiras, vinieron con una mentira. Como ciudadano y profesional creo que cualquier persona tiene derecho a aspirar a los mejores servicios posibles y cada profesional debe ofertar los mejores servicios posibles a la población. 

Esa decisión no respondía, precisamente, al decidido apoyo al rural que tanto se cacareaba en los medios de comunicación. 

Vivimos en un medio rural que se está despoblando. Hay modelos sanitarios distintos, se puede optar por uno u otro. Que un hospital esté abierto o cerrado es una decisión que responde a muchos planteamientos pero, de una manera u otra, el rural es algo que hay que proteger y cuidar. El rural es nuestro origen, las ciudades son un invento de hace 500 años. Cuidar el rural es tan necesario como cuidar el aire o el agua. Dar unos servicios sanitarios buenos, de calidad y próximos es parte de ese cuidado. Seguiré luchando para que Verín tenga unos servicios sanitarios dignos y de calidad. 
 

¿Cuáles son las previsiones para los próximos años? ¿Se teme un nuevo intento de clausura considerando que es Ourense el que pierde partos a gran ritmo?

Desde que se reabrió el paritorio, nuestros números han ido mejorando cada año. La posibilidad de que se vuelva a intentar cerrar el paritorio, o el hospital, porque Ourense está perdiendo números y los números de Verín les pueden ir bien a Ourense, existe y no es nada despreciable. En tiempos de escasez, el pez grande siempre se intenta comer al chico. 

Precisamente ahora, con el paritorio fuera del punto de mira, surge otra iniciativa que pretende seguir los pasos del “Verín non se pecha”, que reclama pediatras en el centro de salud de referencia. ¿Otra mano negra o es fruto del destino y de la falta de profesionales?

Son ambas cosas a la vez. Hace 20 años había cientos de pediatras que estarían dispuestos a venir a un sitio como Verín a trabajar, porque sobraban pediatras. Ahora hay escasez y los que hay, venir a Verín, salvo razón muy especial, no es lo usual. Todos los que terminan la especialización pretenden tener trabajo en el centro en el que se formaron o en los lugares más próximos a el o en las grandes ciudades. 
Hay fórmulas para volver atractivos a sitios como Verín. Cuando yo llegué aquí, durante unos cuantos años, a las intervenciones quirúrgicas del ojo venía el jefe del Servicio del CHUO y no permitía que ningún otro facultativo viniese. Las razones eran económicas: a ese señor se le pagaba por cada intervención y venía de mil amores. Y no quiero decir que todo se tenga que resolver con dinero. 

Si esperamos sentados a que alguien venga a resolver nuestros problemas, nunca llegará la solución

¿Llegaremos a contar de una vez por todas con una sanidad pública, universal y de calidad sin que cada dos por tres tengamos que estar saliendo a los medios o a la calle?

Hay que ser conscientes de que nada es gratuito. Si algo nos parece que nos lo están dando gratis es casi seguro de que no nos hemos enterado de que ya lo hemos pagado. Los recursos son siempre más limitados que las demandas y sí se puede concluir que la sanidad así como todos los servicios públicos están amenazados si no luchamos por ellos, si no somos conscientes de que cada gesto que realizamos, de que cada voto que depositamos puede inclinar la balanza en uno u otro sentido.

Todos los servicios públicos están amenazados si no luchamos por ellos

En el sentido de un mundo más hostil, competitivo y duro o hacia un mundo más amable, más humano. Necesitamos políticos y representantes que tengan más dioses que el dinero. El dinero es un medio y el fin es un mundo mejor, un mundo más justo, más habitable. Ese es el fin hacia el que tenemos que dirigirnos. Cuando el dinero, el poder y la política se convierten en un obstáculo para conseguir ese fin, se convierten en un enemigo y no en un aliado del hombre. Si esperamos sentados a que alguien venga a resolver nuestros problemas, nunca llegará la solución. 

¿No se ha vuelto a saber nada de sus dos días de suspensión de empleo y sueldo? ¿Aún no hay resolución a su recurso?

Está en manos del conselleiro de Sanidade decidir si continúa adelante o se suspende y se deja sin efecto. Ya lleva más de un año en su "jurisdicción" y no se ha pronunciado. Tengo la sensación de que está en un limbo, que nadie lo quiere remover.

Precisamente el que entonces era presidente de la Xunta, ese mismo que creyó los argumentos del jefe de Área y que mantuvo el cierre hasta que ya no pudo más es ahora el líder de la oposición en Madrid. ¿Corre riesgo la sanidad española?

La sanidad española no corre ningún riesgo si no lo permitimos, porque los políticos pueden tener ideas, unas tendencias, pero no olvidemos de que dependen para gobernar de nuestros votos. Y somos nosotros, con nuestros votos, los que decidimos quien gobierna y hacia donde inclinamos la balanza. 

Fue un orgullo formar parte de esa lucha

¿Volvería a encabezar las protestas y a ser un poco ese líder que asumió la portavocía pública o se lo pensaría mejor esta vez viendo los resultados de las pasadas autonómicas?

No soporto las mentiras, no soporto los abusos, tengo mi ideal de cómo debería ser el mundo y siempre voy a luchar por eso. En circunstancias similares volvería a hacer lo mismo una y mil veces. Volvería a tomar la postura que tomé en ese momento y a arriesgarme como me arriesgué. La reacción que tuvo el pueblo de Verín, que es quien tiene todo el mérito, a ese ultraje es de las luchas más bonitas, más emocionantes de las que he vivido o conocido por medios de comunicación. Fue un orgullo ser parte de esa lucha. 

Recuerdo a la perfección todos y cada uno de los argumentos que secuencialmente se proporcionaron para intentar darle consistencia a aquella decisión. Uno de ellos era la famosa “pérdida de mano”. ¿Estaría su departamento en condiciones de incrementar el número de partos, por ejemplo, con un convenio transfronterizo que evitase que las madres de Chaves pariesen a 80 kilómetros de sus casas, como ahora ocurre?

Aumentar la actividad del hospital de Verín es siempre bueno para el hospital y para Verín. Yo siempre he sido partidario de quitar fronteras. El hospital de Verín está dispuesto a asumir un mayor número de partos del que tiene. Tiene las infraestructuras y el personal. Un convenio con la zona transfronteriza sería una gran gestión y creo que es una operación pendiente. Sería bueno para ambas partes. Evitaría a las madres de Chaves ir a parir a 80 kilómetros teniendo un hospital a 20 y ese aumento de la actividad en el hospital verinense sería también muy bueno para Verín. 

Es un tema que ya se ha planteado, tímidamente. No se ha abordado al nivel suficiente porque es una decisión política que comprende a los Gobiernos de España y Portugal y cuando las cosas caen en manos de políticos ya sabemos lo que pasa casa siempre. 

Un convenio de Verín con Chaves sería bueno para ambas partes

Se avecina 18 meses de infarto electoral. Son como los Reyes, es el momento de pedir. ¿Qué le pediría para su departamento? ¿Y para el conjunto del hospital?

Le pediría gestores políticos que hagan crecer económica, industrial, cultural, social y demográficamente al entorno de Verín y todo lo demás vendrá por añadidura. 

ENTREVISTA | Castrillo: "Que las mujeres de Chaves pudiesen parir en Verín sería bueno...