Desde hace unas semanas Rebordondo (perteneciente a Cualedro), está viviendo una serie de envenenamientos a animales. Los habitantes de la población han tenido que ver cómo tres perros sufrían diversas intoxicaciones, de las que conseguían salvarse gracias a la rápida intervención, junto con los tratamientos veterinarios.
Una de estas tres canes, Chispa, ha vuelto a sufrir otra vez el mismo destino con veneno puesto, esta vez, al lado de la casa de sus dueños. Ha sido este mismo el que ha compartido por sus redes sociales un texto denunciando los deleznables actos, describiendo el sufrimiento del animal al sentirse paralizado, con unos 'dolores terribles de barriga, vómitos, encharcamiento de los pulmones en pocos minutos' y que podrían haberla llevado 'hasta la muerte'.
Por fortuna, ha sobrevivido y se encuentra en buen estado con su familia, que pide al agresor que cese en su intento por segar la vida de este y otros animales de la zona. Los hechos están siendo investigados, después de la denuncia interpuesta ante la Guardia Civil.
La protectora de la villa, Pro Animales Verín, donde cuidaron a Chispa (antes llamada Nika) hasta su adopción el verano pasado por sus actuales dueños, se ha hecho eco de estas noticias denunciándolas en su página de Facebook. Su presidenta, Veves Gascón Sánchez, ha asegurado a este diario que es un hecho que ven demasiado a menudo en Verín y los concellos de sus alrededores: 'Es una zona que a pesar de ser pequeña, tiene un alto nivel de maltrato animal, envenenamientos e incluso tiros a los animales cuando ya no sirven a sus dueños para los propósitos que quieren', pero no cesa con los animales domésticos, sino que como decía la portavoz de la asociación 'mucho del maltrato es hacia animales de la calle, hemos visto gatos envenenados en colonias, perros, zorros, aves...'.
De este modo, asegura, la única perjudicada es 'la propia naturaleza'.