La producción de castaña en nuestra zona se ha visto amenazada por varias enfermedades, siguiendo la línea de años anteriores, en los que también se acusó un descenso en la cosecha. No obstante, en los últimos meses, productores de varios puntos de la zona, como Riós, A Gudiña, Viana do Bolo, Vilardevós, Castrelo do Val o A Mezquita, observaron nuevas irregularidades en sus árboles y frutos.
Así se presentan las hojas de un castaño afectado. | FOTO: M. Ceballos
El castaño viene arrastrando una lista de varios frentes abiertos a la que ahora se suma el Gnomoniopsis smithogilvyi, un hongo que causa la putrefacción de la castaña y que provoca, además, que las hojas se sequen, la caída prematura de los erizos e, incluso, que algunos no lleguen a desarrollarse. Desciende, con su presencia, el rendimiento, la calidad y la salud general de los árboles reduciendo su vitalidad y su producción.
Según informa ahora Medio Rural, tras un primer estudio de este fenómeno en colaboración con el Centro Agroforestal de Riós y el Laboratorio Fitopatológico de Areeiro, se trata de un hongo ya conocido -detectado en Galicia en 2020- que afecta a distintas especies arbóreas como el castaño, el avellano o la encina. Intesificado, según el informe de la consellería, por las condiciones climatológicas, que aumentaron los daños y provocaron la aparición otro tipo de hongos, así como ataques de antracnosis -enfermedad que afecta a las hojas-.
Anabel Dacosta, de Pecado de Outono, enseña una castaña afectada por la enfermedad. | FOTO: Iván Iglesias
No pueden, afirman, vaticinar como va a evolucionar a lo largo de los años pero sí dan una serie de recomendaciones para truncar su efecto negativo. "Teniendo en cuenta los sistemas de reproducción de este hongo, una eficaz estrategia es eliminar los restos del castaño del suelo y, sobre todo, la retirada del erizo afectado", explica el informe, mientras afirman estar buscando otras bacterias u hongos que pudieran actuar como antagonistas.
Una versión que coincide, tal y como nos han explicado, con la de los productores. "Lo más importante es evitar el barrido de las hojas y erizos afectados hacia el pie del árbol. Es una práctica habitual que resulta muy dañina y contradictoria a la hora de erradicar el hongo".
