En mi memoria y en la de mi cámara de fotos, unos niños -hijos de esa Cuba deprimida y colorida de hace diez años- juegan para siempre al fútbol en las calles empedradas de Trinidad. El tiempo pasa…
Cuba es la isla de la música y las calles trinitarias son un fiel reflejo de ello. A cualquier hora uno puede bailar o dejarse llevar por el poder de una armonía pasional y vibrante. Todo aquí es…
Cuba es real y auténtica, pobre como una rata, parlanchina y miedosa. Trinidad resume mis mejores recuerdos. Se nos van los días constantemente en tonterías, un tiempo irrecuperable. No podemos…