El otoño vienés imprime otro color a la vida, es consuelo y hoguera. Qué mejor plan que ponerse un abrigo y lanzarse a descubrir los sabores de otros mundos en una mañana lluviosa...
Salgan a la calle, cojan una hoja seca del suelo, acérquenla a sus labios y soplen con fuerza. Ese pedacito de naturaleza atravesará el mundo y el tiempo, y les llegará algún día, volverá a caer a…