El Black Friday es una fecha muy señalada en el calendario de los empresarios ya que trae consigo, habitualmente, un importante incremento de ventas. No obstante, no ha sido así en esta edición en Verín, al menos, para algunos de ellos. "Hemos hablado con gerentes de otras asociaciones de empresarios y en lo único que coincidimos es en que está siendo un mercado raro", afirma José Ángel Rodicio, gerente de Aever.
Un mercado, más bien, nada uniforme. En el caso de nuestra villa, el factor descuento afectó a los comercios de forma desigual. "Hay algunos comercios que nos dicen que no pararon. Sin embargo, otros muchos, afirmaron tener un día normal", explica Rodicio.
"Tampoco podemos destacar ninguno de los sectores, porque las ventas fueron muy variadas", añade. Preguntado por el motivo, Rodicio responde. "Creemos que en estas desigualdades de venta también influye que haya muchos productos en escasez que tardan en ser servidos a las tiendas".
Un Black Friday moderado que, además, supone cada campaña importantes esfuerzos. "Los empresarios ponen sus productos en descuento e, incluso, abren más horas. Si venden poco y más barato... El esfuerzo que hacen es tremendo, por eso siempre recordamos la importancia de consumir en nuestros establecimientos", incide el gerente.
El 'boom' de los 6.000€
Todo lo contrario a lo que ocurre con la campaña 'Os 6.000€', con la que Aever pretende premiar la fidelidad de los clientes con el comercio de proximidad, con tíckets en función de su compra a través de los que conseguir premios de 2.000, 1.000 o 500€. "Esta campaña sí ha generado movimiento de ventas, es un reclamo, un premio a los clientes que cada día compran en nuestras tiendas. Es algo positivo y provoca que algunos estén repitiendo", concluye Rodicio.
