Entre sorprendidos e indignados amanecieron este domingo varios vecinos de Verín que a primera hora de la mañana paseaban con sus mascotas por la céntrica plaza de la villa. En uno de los portales del lugar, que se corresponde con la entrada de una carnicería cerrada, hallaron serrín, alimento y varios sobres de raticida esparcidos en el mismo.
No tardaron en manifestar su indignación y alertar, entre otros, a los servicios de emergencias: "Es inadmisible que ocurran estas cosas en una sociedad aparentemente cívica. ¿A nadie se le ha ocurrido pensar que cualquier niño o mascota podría haber ingerido de manera accidental el veneno?", se pregunta una de las personas que halló los plásticos abiertos del raticida.
Vecinos consultados de la plaza, que prefieren mantener el anonimato, no comparten, "en absoluto, el procedimiento empleado, aunque sospechan que quien lo hizo tiene el mismo problema que muchos de nosotros: las palomas". Según relatan, son un buen número de ellas las que frecuentan el casco viejo, "supongo que muchos de los que por la tarde se pasean por aquí podrán comprobarlo. Pero el problema no es que se paseen o la sobrevuelen, sino todos los que causan con sus excrementos, en balcones, canalones o toldos de las viviendas", señalan.
