La reacción del grupo de Gobierno municipal integrado por los representantes de PSdeG y BNG después de los incidentes originados en la noche de Comadres, además del impresentable aspecto de la plaza al día siguiente, no se ha hecho esperar. El alcalde de Verín, Gerardo Seoane, conocidas las agresiones a los portales de varias viviendas en la Rúa Traviesa, y después de supervisar el aspecto de García Barbón el viernes posterior a la celebración más concurrida del Entroido de Verín; ha asegurado a Diario do Támega que en la edición del 2021 se contratará vigilancia de seguridad para los todos los accesos al epicentro de la fiesta. Así, en las calles Mayor, Aduana, Lisa, Da Cruz, Traviesa, Viriato, Travesía da Veiga y en la entrada a García Barbón desde la plaza de la Alameda estarán apostados varios efectivos de seguridad privada que supervisarán a todos los que accedan a la concentración y retirarán todas aquellas botellas de bebida para depositarlas directamente en los contenedores que estarán también colocados en cada uno de los accesos a la plaza.
Según manifestó el regidor, Gerardo Seoane, "no queremos en nuestra principal fiesta este tipo de turismo de botellón que lo único que provoca son desperfectos en el mobiliario público, en viviendas privadas como lamentablemente se ha comprobado e incomodidad a los principales actores de nuestro Entroido, que son las verinensas y verinenses".
Menos afluencia, menos asistencias sanitarias y sólo dos traslados
Con todo, pese a que la afluencia volvió a ser considerablemente alta en la noche de Comadres -7.000 personas en el momento de mayor concentración, según los datos de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Verín-, la madrugada del jueves 20 de febrero al viernes 21 se cerró como la de menor asistencia de los últimos años, la de menor número de intervenciones de los efectivos sanitarios destinados allí y la de también menor número de traslados al hospital comarcal de Verín, tan sólo dos.