martes. 23.04.2024
Verín-sucesos-robo coche
El autor del robo se disponía a cambiar la rueda que le había reventado.

El bueno del caco que esta mañana amaneció con la idea de hacerse con un automóvil ajeno, o bien no tenía su día, o bien debe mejorar las artes de cómo apropiarse de lo de otros. Cabe también la posibilidad de que un halo de muy mala suerte le persiga, porque solamente así se puede explicar la peripecia de un ciudadano -que esta redacción está confirmando si es de nacionalidad portuguesa- protagonizó esta tarde y en pocas horas

Los hechos tan desafortunados y por los que ya está en el calabozo comenzaban a las 16:35 horas de la tarde de hoy en A Gudiña. Frente al bar restaurante A Rella de la localidad, el protagonista de nuestra historia decide apropiarse sin permiso de un Opel Corsa blanco estacionado. En su huida, comedida por esto de no dar el cante, con amabilidad pregunta a un par de mujeres que paseaban en las inmediaciones del lugar de la comisión delictiva cómo abandonar la localidad. Una de ellas era la propietaria del vehículo, la otra madre de un agente de la Guardia Civil. Seguro que de una de las dos fue la idea de llamar al Instituto Armado.

A Gudiña-sucesos-A rellaLa peripecia del desafortunado caco comenzó en el bar A Rella, de A Gudiña. | FOTO: M. Ceballos.

Al Corsa blanco, de la velocidad, por un camino dirección a Verín, ¡ni se le veía la matrícula! Detrás iba el hijo
de una de las mujeres -guardia civil que no estaba de servicio y tras cuya actuación está mucho del éxito del operativo- y el marido de la otra, en un todoterreno propiedad del primero y detrás del del Corsa
.

Aún así, al caco le dio tiempo de reventar una rueda delantera del vehículo, abandonarlo en A Erosa porque sus perseguidores no le dieron margen para cambiarla -se había puesto a ello y dejó en el suelo las herramientas- y hacerse con los servicios no prestados de una Renault Express, para seguir su camino a un destino seguro lejos de presencia policial.

Verín-sucesos-robo cocheLa Renault Express dijo: "Basta, ¡hasta aquí hemos llegado!", y obligó a apear al ladrón de su interior en la rotonda de Queizás. | FOTO: M. Ceballos. 

Mientras la Guardia Civil comenzaba a armar el dispositivo sobre el terreno, el autor del robo sufría la tercera de sus desgracias. La pobre furgoneta, con sus años, no soportó tanto trajín y decidió tomarse un descanso en la Nacional 532, en el kilómetro tres, a la salida de Queizás y antes de la rotonda que conecta esa carretera con la A - 52. 

Así las cosas, una de dos: resignarse y esperar sentado a que llegase la grúa y la Guardia Civil, los segundos antes seguro; o echar a correr Queizás a través. Y en esas andaba el buen hombre -desafortunado él-, cuando le dieron caza a la altura de la vieja discoteca Skalié de Verín. 

Si las fuentes no fuesen todo lo fidedignas que sí son, sería, cuando menos, una historia harto difícil de creer. 
 

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