Y Verín se llenó para celebrar el jueves de Comadres con miles de personas dispuestas a disfrutar del Entroido de Verín. Ni que decir que los restaurantes de la villa y alrededores estuvieron hasta los topes, por no hablar de los cientos de cenas privadas que se hicieron en casas y bodegas.
Pero, como siempre, lo mejor de Comadres es la unión de mujeres que salen en pandillas luciendo sus mejores disfraces. Después de meses pensando, cosiendo, buscando coloridas telas y añadiendo plumas, purpurina, lentejuelas y complementos... llegó el momento de resplandecer y divertirse reivindicando su noche.
Al final, la noche de Comadres es la gran fiesta que da inicio a la semana grande del Entroido de Verín y nadie quiere perdérsela. Mujeres y hombres salen a las calles con pelucas, disfraces, sombreros, imaginación, retranca y muchas ganas de diversión para "vivir o Entroido".
Como viene siendo habitual, el presidente de la Xunta - sea quien sea, pero en este caso: Alfonso Rueda -, vino a festejar la noche de Comadres por las calles de Verín. Cenó en el Parador, acompañado de algunos alcaldes de la comarca, del delegado de la Xunta en Ourense, Gabriel Alén, y de algunos miembros de su equipo de gobierno como José González, conselleiro de Medio Rural. Después, un poco de bailoteo en locales de la calle Montemayor; por cierto, flanqueados por su equipo de seguridad.