Un barrio tomado por caballos, los miles que acumulaban los motores de cada una de las cabezas tractoras que tras la obligada procesión por las calles de la villa, estacionaron en las inmediaciones de la vieja lonja agropecuaria para que conductores, sus amigos y familias participasen en el resto de los actos previstos por la organización.
A su llegada comenzaron a sonar las gaitas de parte de los integrantes de la Banda de Verín, música que dio paso a la celebración eucarística bajo un sofocante calor que solamente era mitigado a base de bebidas refrescantes.
San Cristóbal, aupado por algunos de los chóferes, pasó revista a los vehículos estacionados. Tras los actos litúrgicos llegaron los más lúdicos. "Sete" fue quien los ofició. Antes de la entrega de los premios del sorteo y de los galardones a los camiones mejor engalanados, turno para el reconocimiento a toda una carrera sobre ruedas y en lo alto de un tráiler de tres veteranos conductores: "Ringo" -Antonio Pérez Diz-, Gerardo Álvarez Danoz y José Luis Domínguez, quien recibió un regalo extra de sus familiares.