El 2023 no ha empezado de la mejor manera para los vecinos de Rabal, en Oímbra, donde las intensas lluvias de este domingo y el desbordamiento del río provocaron inundaciones en los accesos a esta localidad. La carretera que la une con San Cibrao está completamente cubierta por agua y el tránsito de vehículos se ha cortado. Por otro lado, su área recreativa ha sido engullida y una canasta o la parte superior de un tobogán son solo algunas de las pocas señales visibles de lo que allí hay sumergido. La inmediaciones del centro social también se han visto afectadas, al igual que las edificaciones más próximas a las vías de entrada a Rabal.
Junto con Vilaza, en Monterrei, Rabal es uno de los puntos de la comarca que más sufre las consecuencias de las intensas precipitaciones y su repercusión en el cauce de los ríos. Las botas de agua serán un complemento imprescindible para los vecinos en este día.