En una época del año en la que todo el mundo se une para celebrar, las cenas son una tradición. Ya sean de empresas, de amigas, de cuadrillas, del grupo del gimnasio, del equipo de fútbol, de primos... el caso es poder divertirse, juntarse durante unas horas y disfrutar de una buena gastronomía.
Y es lo que pasó el sábado; muchas pandillas escogieron Finca Estela do Val para recrearse con la belleza y la elegancia de sus salones, deleitarse con la exquisita gastronomía que sale de los fogones de Pana Formoso y gozar de un excelente servicio con atención a cada detalle.
Con un precioso entorno de naturaleza cuidada en sus jardines que reclama protagonismo, Finca Estela do Val sorprende desde la entrada. Un cariño y mimo por los detalles que también se puede ver en sus salones.