La primera sesión que preside Andrés Montesinos tras recuperar la alcaldía en virtud del acuerdo alcanzado año y medio atrás con dos exconcejales del Partido Socialista ha devuelto, o al menos así este jueves lo parecía, una cierta tranquilidad y cordialidad a los miembros de la Corporación.
Únicamente un ligero debate, iniciado por el ex alcalde Aberlardo Carballo al preguntarle al portavoz nacionalista Secundino Fernández por la fuente que utilizaba para hacer públicos los casos de Covid en el municipio, que no son coincidentes con los que a diario publica el Concello desde sus redes sociales; alteró, de manera puntual, lo que hasta el momento estaba siendo una plausible balsa de aceite en la que, pese a las discrepancias, unos y otros se dirigían con una cordialidad desconocida si como referencia se toma alguna de las sesiones previas de elección de anteriores regidores.
Así, con diferencias en algunas de las cuestiones planteadas, como en el caso de la Festa da Androlla, a la que volverá el cordero -con el consabido incremento de tres euros en el precio si es que llega a celebrarse- como integrante del menú en contra del argumento del BNG, que pretendía mantenerla sin más aderezo que el ingrediente estrella del producto local; el mayor de los consensos llegó tras una cuestión planteada por María Páez, la única representante de los socialistas en la Corporación.
Quería la portavoz instar al grupo de Gobierno a iniciar los trámites oportunos para construir, bordeando al embalse, un paseo entre puentes -el de A Gudiña y el de la carretera de Vilariño de Conso-, infraestructura que modificaría notablemente la primera de las vistas que el visitante obtiene de la localidad.
El Ejecutivo, con el arquitecto Carballo aprovechando su conocimiento en la materia, desgranó con claridad el proyecto que muy inicialmente había iniciado siendo el regidor. Así, desveló que el nuevo paseo podría rondar los 1,2 kilómetros, de un ancho de entre tres y cuatro metros -para las zonas curvas- que permita el acceso de camiones para su limpieza o el cambio de alguna luminaria, y cuyo coste superaría el millón de euros. Carballo desveló que su trayecto discurriría, mayoritariamente, por propiedades de Iberdrola -un 75 por ciento-, y el resto por predios de vecinos "con los que habría que iniciar los oportunos contactos para llegar a un acuerdo. Pero, antes de todo eso, y de avanzar en el proyecto, necesitamos tener la autorización de la Confederación Hidrográfica, a la que hemos reiterado en varias ocasiones nuestra intención de reunirnos con su presidente y que, por el momento, no ha sido atendida". Incluso llegó el ex regidor a pedirle colaboración a la portavoz socialista para que intermediase en la gestión, a la que ésta respondió que "es mucho más fácil entrar en la página web de la confederación e iniciar allí los trámites", incidió.
Con todo, la propuesta socialista quedó sobre la mesa con los votos de Populares, los díscolos socialistas y también la de la propia promotora, a la que el regidor Montesinos se ofreció a recibirla en el Concello y juntos iniciar una suerte de colaboración para llevar adelante un proyecto de 1,2 millones de euros.
Declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional
El zasca desde el grupo de Gobierno al exalcalde nacionalista le cayó tras sumarse a otra pregunta de la socialista para conocer cómo estaba el procedimiento que pretende obtener la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional para el carnaval vianés. Desde el Concello confirman que se están siguiendo todos los trámites necesarios para conseguir ese reconocimiento, "después que estando el BNG en el Gobierno municipal se iniciase el procedimiento que inicialmente fue desestimado por falta de justificación de algunos criterios, como el de no disponer de una página web propia del Entroido, sitio web que nosotros hemos puesto en marcha, precisamente, para tal fin", señalaron.
