
Un frenazo brusco en nuestra rutina diaria, causada por una enfermedad que se está cobrando miles de muertos y que nos impide salir a la calle puede trastocar, y mucho, nuestro coco.
El aislamiento puede acentuar síntomas previos de depresión en situaciones como esta
Esto es debido a que al temor por el coronavirus, se pueden sumar estados como la angustia, la tristeza o la desesperación. El miedo a lo desconocido, sin un estímulo externo, puede ser una combinación letal.
Un cambio de vida "obligado" es aprovechado por muchos, rentabilizando los aspectos positivos, dando rienda suelta a la creatividad, y adaptándose, más o menos bien, al nuevo escenario.
Lee la noticia completa aquí: coronavirusgripe.com