Sin particulares incidencias está transcurriendo la jornada electoral en la comarca de Monterrei. Madrugadores han sido algunos de los candidatos, como Ana María Villarino, en Oímbra; o Daniel Caneiro, en Riós. Otros, como Gerardo Seoane o Diego Lourenzo, decidieron esperar al mediodía para ejercer su derecho al voto.
Quien todavía no votó, aunque lo intentó, fue la popular Lara Da Silva. Se acercó al colegio electoral en el que estaba designada como interventora de su formación, el de Amaro Refojo, en la calle Hermanos Fernández Álvarez de Verín. Pero, pese a la condescendencia de los integrantes de la mesa, no ejerció su derecho a las 11:11 horas -su número fetiche-: los interventores de las diferentes mesas, si no les corresponde por censo la mesa en la que realizan la fiscalización de la jornada electoral, deben aguardar a última hora para hacerlo. En definitiva, tenemos la foto de Lara votando pero su papeleta no cayó.
Antes de que Carmen Sola, candidata de Veciños de Monterrei a la alcaldía del municipio, depositase su papeleta, tuvo que ejercer de médico de Urgencias en el local social de Villaza, poco antes de las 10:00 horas. Los tres escalones del inmueble le jugaron una mala pasada a un matrimonio que acudía al colegio electoral. El anciano se desplomó sobre su esposa, tras un resbalón. Ambos cayeron, siendo ella la peor parada, con una importante contusión en la cabeza y en un costado. Fue trasladada al hospital. Sola Pérez, que pasaba por allí en apoyo a sus compañeros de partido, fue la primera en asistirles.
Isaac Vila, veterano político popular y exalcalde de Xinzo de Limia, elogiaba, en el mitin de cierre de campaña de su pupilo Antonio Fernández, la labor de los "transportistas". Y vaya que sí son necesarios. Sobre todo si de trasladar a votantes de los diferentes asilos y centros residenciales se trata. Cerca del mediodía capturábamos a dos religiosas, una de ella empujando una silla de ruedas, saliendo del colegio electoral situado en el José Arjiz. También Emma -sí, con os emes, como ella misma se encargó de precisar- Romero, presidenta de la mesa electoral de Albarellos -situada en la casa de la cultura con cajero a su entrada- paseó en varias ocasiones la urna: un buen número de electores no abandonaban el taxi en el que eran trasladados para ejercer su voto.
Son las pequeñas anécdotas de la jornada electoral, donde las sonrisas se mezclan con las miradas atenazadoras de apoderados e interventores, intentando escudriñar si el que se aproxima ejercerá "fielmente" su derecho al voto.