CRÓNICA | Lara se "rueda" en el primer gran mitin de campaña

Tiene prisa el PP por recuperar la alcaldía de Verín -perdón por ese malintencionado doble juego con Baltar como invitado-. Pero sí, la tiene, hasta el punto de colocarse el primero en la pole position de los mítines locales con el celebrado este sábado 13 de mayo de 2023 en el jardín de los Padres Merced(n)arios de Verín -lo de la "n" va por un aludido que también estuvo presente en las alocuciones-. 

Buen ambiente, paso atrás, candidatas nunca antes escuchadas, presidentes provinciales confiados y Ruedas colaborativos; también Pedro Sánchez, Feijóo y Ayuso -no podía faltar-. Lo anterior resume la puesta de largo de Lara Da Silva como candidata popular a la alcaldía de Verín, en una jornada en la que se vio arropada por todos, incluso por ese que dijo dar un paso a un lado para luego rematar afirmando que "aquí ninguno se marcha". Juan Manuel Jiménez vio un trece mal día para arrancar la campaña, se encomendó a los favores de dos vírgenes, la de Fátima y la Merced "-boa falta fará a súa protección", y aseguró ser momento de dar pero también de pedir: "Agradecer a todos aqueles concelleiros que durante 25 anos estiveron ao meu lado e pedir o apoio maioritario para Lara Da Silva, da que non teño dúbida será a próxima alcaldesa de Verín", apuntó. 

Precisamente, de la mano del que fue alcalde de Verín una porrada de años -"O que fixemos xa está todo feito"-, interrumpido por la tardía aparición del presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda; llegó el turno de la renovada candidata popular: Lara Da Silva, sí, sí la misma que en su día anunció este medio después de la galáctica gala de los cofrades en el auditorio. 

Arrancó fuerte: "Este partido non conta contos", aunque siguiendo un guion que sonaba, ya de antes y de boca de su antecesor en anteriores mítines o comparecencias públicas. Da Silva enumeró los que, a su juicio, son los problemas de la villa, aludiendo al cierre de comercios, la falta de industria e incluso le metió el dedo en el ojo al actual equipo de Gobierno acusándolos de "desokupar" a los funcionarios de la oficina de Extensión Agraria de la extinta plaza de abastos. 

Se introdujo en algún jardín, realmente ya lo estaba -el de los Padres Mercedarios-, al citar un polígono, el de Tamagos, que sistemáticamente fue boicoteado por el gobierno de los de su color cerrando incluso la posibilidad de cedérselo al bipartito para que fuese éste quien lo ejecutase. Y hablando de charcos, se zambulló en el termal: "Parece que se acaban de enterar de que somos unha vila termal, despois de oito anos", dijo. Le faltó precisar que quizás ya se habían enterado antes, cuando el actual subdelegado del Gobierno y alcalde de la villa en su día, Emilio González Afonso, aprobó la compra del balneario de Caldeliñas, por ejemplo. Y que no tardaría Jiménez Morán, después de recuperar el sillón tras los comicios del 2007 en ponerlo a la venta -malditas hemerotecas, sobre todo las digitales-.

Pero, ya sabemos que los cuentos, cuentos son y hemos entrado en un par de semanas en las que nos saldrán por las orejas. Sí estaba en lo cierto Lara Da Silva al referirse al puente que conecta el polígono de Pazos con la Nacional 532. En su momento, la consellería del ramo urgió al tripartito de entonces la puesta a disposición de los terrenos para la ejecución de la obra -en algún pleno de antaño se ventiló la cuestión con Jiménez, como ahora, en la oposición-. Y esa puesta a disposición nunca llegó y el puente debió esperar lo que ustedes ya saben. 

Entró Da Silva a saco con el tema de la deuda. Mantra también de Jiménez en sus últimos años. Algunas compañeras de la primera fila querían que las tragase la tierra santa del lugar, como la de Riós. Pero aguantó, estoicamente, viendo como la pupila atacaba la herencia que espera que le dejen Gerardo y Diego, que ella misma cifró en unos doce millones que "non teñan medo, sairannos do peto de todos nós". 

Habló delante de Baltar y "Moncho" Barreal de que "todo o que gastaron, porque unha cousa é gastar e outra invertir, non se nos ve no pelo, como din na aldea, polo menos, tanta débeda tiña que se nos ver no pelo, tíñanos que lucir" y atacó, por donde pudo, tirando de escuelas infantiles que no se construyeron con el proyecto sobre la mesa -cierto es, también- o multinacionales que pasaron de largo camino de Chaves, como Cortizo. 

Le mandó un recadito a José María Lago, alcalde de A Gudiña -y otro sin pelo-, por si éste pensaba adueñarse de la llegada del AVE a estos lares: "O AVE ten que deixar diñeiro na comarca". Prometió mejorar la oferta deportiva -"non sota, cabalo e rei. Os rapaces teñen que facer o deporte que lles pete"-, y agradeció el apoyo de los suyos, los de su lista, "porque chegan para sumar na vida dos veciños de todo Verín". 

Tras los aplausos y los besos de rigor, turno para Baltar, con tres ideas básicas, bien traídas y velozmente descritas -fue también el primero en irse por el centro del pabellón contiguo con Rueda todavía con la palabra en la boca-: "Lara é a nosa Ayuso particular (...); as únicas noticias boas en Verín nestes últimos anos foron as que ela nos deu coma presidenta da Denominación de Orixe -está claro que el presidente provincial no ha charlado con los nuevos consejeros- " y "Votar ao PSdeG este 28 de maio é votar a Pedro Sánchez, e Verín non pode ser unha illa cando goberne en Madrid un presidente do Partido Popular, de Ourense". 

Manuel Baltar quiso dejarnos también un corte sobre velocidad: "Verín non pode ser unha vila de segunda ou terceira velocidade". No fue el único, Rueda decidió acompañarle de copiloto. Pero antes, el presidente de la Xunta alabó la oratoria de Da Silva, de quien dijo que "non te escoitara nunca, pero vexo que non é a primeira vez (...), falar en público falas moi ben, que o tes clarísimo, que sabes ben o que non se fixo e o que si había que facer, e que agora, o 28 de maio é o día de coller maior velocidade", recalcó Rueda Valenzuela. 

Quiso el líder popular apostillar el comentario de Baltar -"os votos do PSdeG serán para Pedro Sánchez" y sacó los muertos de ETA a la palestra, recordándole al BNG los extraños compañeros de cama que son de EH Bildu en el Parlamento nacional. Remató el presidente de la Xunta con el mejor consejo posible: "O día 28, o día das eleccións, o pobo falara e xulgará o feito polos diferentes gobernos municipais. É o momento de votar, que logo ninguén se queixe nos vindeiros catro anos. O 28 de maio é o día do rexurdimento, o día dos anos de volver a coller velocidade", extendiendo su total apoyo "para cando sexas alcaldesa, porque a min tamén me interesa que o sexas cando eu che teña que pedir o voto dentro dun ano". 

El posterior photocall, candidatura a candidatura de todas las populares de la comarca; los besos y abrazos particulares y los corrillos varios, bajo la atronadora sintonía del PP, mejorada a lo Vangelis, ponían fin al primer gran acto de campaña electoral de estas municipales en la comarca, el bautismo de fuego de una candidata que -dicen- gana enteros día a día.

NOTA DE LA REDACCIÓN: José Antonio Da Silva... ¿Me he portado bien? -el padre de la candidata pedía a quien suscribe que lo hiciese en una cordial conversación posterior. Los padres, ya se sabe-. Su hija lo había hecho antes, y ya por dos veces con este medio: primero, concediendo su primera entrevista. La segunda, públicamente en ese mitin haciendo expresa referencia.