viernes. 26.04.2024
Lara Da Silva, presidenta de la Denominación de Origen Monterrei. | FOTO: Jainer Barros.
Lara Da Silva, presidenta de la Denominación de Origen Monterrei. | FOTO: Jainer Barros.

Quizás hayan sido los tres vinos post-gala de ayer ya noche. O un simple mensaje posterior inquiriendo la línea en la que iría el titular de una crónica hasta ese momento no prevista. Puede que simplemente uno, como permanente aprendiz de cronista, no quiso ventilar -por oficio y responsabilidad- lo acontecido en el auditorio con una simple información enlatada previa y a la espera de la foto. Pero, lo cierto es que lo vivido desde la cuarta de las filas de la obra póstuma de Juan Manuel Jiménez al frente de la alcaldía verinense -entenderán que no podía no mentarlo, máxime cuando se hallaba entre nosotros de cuerpo todavía políticamente aún presente-, no podía despacharse sin un relato que contase aquellos detalles que los apresurados informadores de la última edición seguro obviarían

Llegué vestido de paisano, en mi línea, y debí haber desempolvado el Caramelo -lo siento Roberto, el modisto local también presente en su calidad de bodeguero- que tengo en el armario. A las puertas del patio de butacas, camino de la sala de máquinas, recibido por la presidenta, llegué por un momento a dudar si entraba en el auditorio verinense o en el mismísimo Palacio de Festivales y Congresos de la gabacha Cannes. Sé que esto del piropeo gratuito ahora ni se lleva y, a poco que te excedas, acabas procesado. Por eso que tuve que contenerme y elegir la opción más elegante ante tan fugaz deslumbramiento ocular. Y es que, en honor a la verdad, la presidenta estaba, y ella misma así intentó justificarse en una de sus innumerables comparecencias en el estrado, muy distinta a las demás -ocasiones-.

Ni Rueda habría convocado tal despliegue técnico como el contratado por la D. O. en la noche de ayer. Confieso que me sentí pequeño y ridículo yo y mi teléfono móvil ante tal cantidad de cables. Pero, si Lara Da Silva deslumbraba, el rosario de cámaras, mesa de mezclas y operadores varios, literalmente acojonaba. Uno no tenía muy claro si estaba asistiendo al nombramiento de un par de cofrades o la mismísima proclamación de una futura candidata. 

Ledicia Sola presentó la gala de la Cofradía de los Vinos de Monterrei. | FOTO: Jainer Barros.
Ledicia Sola presentó la gala de la Cofradía de los Vinos de Monterrei. | FOTO: Jainer Barros.

 

Esta primera gala de nombramiento de nuevos miembros de la Cofradía no ha dejado indiferente a nadie. Presentada por un primor del oficio, Ledicia Sola, tan de Verín como el Támega -el río-, abrió fuego Guadi Galego para dar paso a un conselleiro más encorbatado de lo habitual -esta vez sin su chaleco reflectante al que tan acostumbrados nos tiene-, intentando convencernos de lo que siempre hemos sabido y que ahora, por fin, han decidido a legislar con ligero acierto. La calidad de lo gallego y la necesidad de apostar por la tierra para combatir el fuego centraron su discurso, no sin antes firmar una loa a los 25 años del "Galicia Calidade" surgido de un anuncio o alabar las bondades de un buen Monterrei del que se cosecharon más de seis millones de kilos en la última campaña. 

José González, conselleiro de Medio Rural, en su intervención de la gala de este martes. | FOTO: Jainer Barros.
José González, conselleiro de Medio Rural, en su intervención de la gala de este martes. | FOTO: Jainer Barros.

 

Pero, si alguien casi, y digo casi, acaba robándole el protagonismo a la reina del lugar, ese fue un subdelegado vestido esta vez de verinense y uno de los primeros impulsores de la Feira do Viño de Monterrei. Emilio González Afonso nos tiene un poco acostumbrados a sus circunloquios dialécticos, pero el de ayer, condecorado ya con la medalla de un cofrade fue de bonus. Si algo quedó claro fue que los éxitos de la denominación son de quienes son, y por encima de aquellos que protagonizaron las primeras reuniones para su puesta en marcha, "nada de esto sería posible sin el esfuerzo de todos los viticultores y productores, a los cuales quiero mostrar mi más profundo agradecimiento", aseguró. 

El subdelegado del Gobierno y nuevo cofrade, Emilio González Afonso. | FOTO: Jainer Barros.
El subdelegado del Gobierno y nuevo cofrade, Emilio González Afonso. | FOTO: Jainer Barros.

 

Hablando de reconocimientos, y previo al discurso -el más aplaudido- de la segunda y última de las cofrades por esa noche; a Baltar Blanco le silbaron los pabellones auditivos en dos o tres ocasiones, ¡fijo! Sobre todo, antes que Rosendo Luis recogiese el galardón que la presidenta, quizás en una suerte de cierre de ciclo y apertura de otro, quiso dedicarle a su presidente, el de la Diputación. Ni que decir tiene que el bando políticamente enemigo estaba ojiplático ante tanta reverenciosa referencia. 

María Isabel Mijares, la otra cofrade nombrada este martes. | FOTO: Jainer Barros.
María Isabel Mijares, la otra cofrade nombrada este martes. | FOTO: Jainer Barros.

 

De la primera mujer presidenta de un consejo regulador, María Isabel Mijares, conocimos su animadversión a los hombres gallegos por un fracaso amoroso en el que intervino hasta el mismísimo Don Manuel (solo hubo uno, Fraga Iribarne), que acabó regalándole un "voucher" de toda una semana para descubrir la Galicia de la que ahora "tengo un motivo más para defender como cofrade de los vinos de Monterrei, porque serlo es también una alta responsabilidad", dijo. 

Sin embargo, si la noche tuvo una protagonista, esa fue, "a neta do Ovidio". La mención a su abuelo, si es que la memoria no me falla, viene aquí bien traída porque ella misma se encargó, muy acertadamente, de darle un severo tirón de orejas a todos aquellos padres y abuelos -además de gentes de las oportunas villas y cortes- por lo desacertados que en su día estuvieron denostando aquello de ser de pueblo. Lara Da Silva, al más puro estilo de su otro presidente Feijóo y su público interés por la reproducción de los conejos en su tierna infancia; reconoció que sabe distinguir cuando la temperatura de la vivienda sube girando el termostato o, bien acaba de llegar el par de la "xugada" a la cuadra inferior. 

El equipo técnico y ejecutivo de la Denominación de Origen, brindando con y por el público. | FOTO: Jainer Barros.
El equipo técnico y ejecutivo de la Denominación de Origen, brindando con y por el público. | FOTO: Jainer Barros.

 

Presumió de sus dos carreras, su envidiable juventud nada más alcanzar la presidencia de la D. O. y acabó casi emocionándose -muy también del partido, recuerden los lagrimones y sollozos de Don Manuel en sus últimos años, que alguna que otra vez replicó el que acaba de pararle los pies a Sánchez en el TC- cuando llamó uno por uno a los de su equipo en "estos últimos seis años, algo do mellor que me levarei desta etapa", dijo. 

Si Don Manuel viviese y estuviese presente en el auditorio, se levantaría cual resorte, daría tres pares de zancadas con su particular zarandeo camino del atril, agarraría los folios de la ¿ex?presidenta in pectore y, como en aquel congreso de Sevilla, diría, más fuerte que alto, "porque no hay tutelas, ni hay tutías, aquí tenéis a la próxima candidata del PP, que solamente por este discurso merece serlo". 

¡Ahhh! El vino, de denominación. Y los pinchos, ¡caralludos!

CRÓNICA | Una gala que sonó a despedida