viernes. 19.04.2024
Tus familiares, Teresa, no se han olvidado de tu adorada "Pandora".
Tus familiares, Teresa, no se han olvidado de tu adorada "Pandora".

Muchos seremos los que echaremos de menos tu presencia, y la de "Pandora", por supuesto. Eráis un tándem habitual y muy curioso en la villa. A media mañana empujabas con ya alguna dificultad el carrito de la compra. Llevabas tras de ti a una incondicional en tu vida, como incondicional tú lo eras también para ella y para todas las mascotas que en algún momento se cruzaron en tu camino -Teresa, ¿recuerdas a "Sol", ese perrito que tú recogías todas las noches para que te acompañase y devolvías a "Veves", de Pro Animales para que lo custodiase durante el día?-. 

Me dicen que recorrías incluso kilómetros para darle de comer a los gatitos callejeros que puntualmente te esperaban, sabedores de que les ofrecías lo mejor. Sin embargo, quién se había convertido en tu verdadera sombra era la perrita "Pandora". Adivinaba tus intenciones, no avanzaba un paso más allá de lo que tú lo hacías, te aguardaba paciente a la puerta de cualquier frutería, farmacia o tienda de ultramarinos. Te entendía mejor que cualquier humano, y estoy seguro de que era capaz de adivinar tus estados de ánimo y, lo que todavía es mucho más llamativo, tus pequeñas dolencias

"Pandora" es, desde ayer, una de las perras más tristes del planeta. | FOTO: Pro Animales Verín.
"Pandora" es, desde ayer, una de las perras más tristes del planeta. | FOTO: Pro Animales Verín.

Sé que tu preocupación mayúscula era saber qué sería de "Pandora" cuando tú decidieses dar un paso corto pero mucho más lejano. Sé que "Pandora" hoy no encuentra consuelo. Sé que "Pandora" sabía que algún día dejarías de estar. Por eso estoy seguro de que tu otra familia, la de sangre, ha decidido convertirte en cenizas. Ocupar en cuerpo presente alguno de los espacios de nuestro cementerio convertiría a "Pandora" en la fiel guardiana de tu tumba. 

Tú y ella me recordáis a la historia de Hachiko, aquel perro japonés que esperó durante años a su dueño -profesor en la Universidad de Tokio- a las puertas de la estación de tren, después de que éste hubiese fallecido. Eran inseparables. Tú y "Pandora", también. E inolvidables para todos los que os hemos conocido

OBITUARIO | Y, ahora, ¿qué va a ser de "Pandora", Teresa?