José Manuel López ha dado esta mañana la cara de manera pública. Antes, y ya desde el 2016, se la lleva partiendo en los juzgados, fiscalías y resto de Administraciones públicas, sean o no de Justicia. Hoy se ha cansado y ha decidido emprender una concentración silenciosa a las puertas de la sede judicial verinense reclamando mayor celeridad en el proceso -o procesos- que mantiene con su expareja por la custodia de su hija.
La historia, que había saltado a algún medio meses atrás, es archiconocida por su círculo íntimo, que no duda de las sanas intenciones de este progenitor, amén de las cuitas que mantenga con su expareja y madre de la menor.
Ya en 2016 un informe médico, cuando comenzaron los problemas entre padre y madre, confirmaba que la segunda precisaba tratamiento farmacológico para una dañina adicción. Fue entonces cuando José Manuel emprendió la batalla por la custodia de la pequeña de ambos al entender que "la madre no estaba en las mejores condiciones para asegurar la crianza de nuestra hija. A todos nos puede ocurrir caer en algún momento en un bache y convertirnos en la peor versión de nosotros mismos", asegura.
"Sintomatología de haber consumido alcohol"
La gota que colmó el vaso fue el incidente que la madre de la pequeña protagonizó el pasado mes de octubre del 2020. Dos agentes de la Guardia Civil, en el atestado que se acompaña claramente así lo reflejan, explican cómo hallaron a la progenitora después de recibir la llamada de auxilio del padre y tras cruzarse varios mensajes de Whatsapp con la pequeña, que fue quien le alertó del estado de la madre. Los guardias firmantes concluyen que "la conductora presenta sintomatología de haber consumido alcohol, ella misma admite el consumo de un par de cervezas y presenta síntomas tales como poca estabilidad al caminar, balbucea, ojos rojos y desprende aliento a alcohol. En la guantera de la puerta del conductor tiene un botellín de cerveza abierto", recoge de manera literal el atestado.
Copia del atestado de la Guardia Civil en el que se acredita el estado en el que encontraron a la madre.
Nada de lo anterior sería lo suficientemente grave si en el asiento trasero no viajase la pequeña de nueve años, quien dio la voz de alerta a su padre mediante unos mensajes de Whatsapp que a continuación se acompañan y en los que pueden leerse, claramente, como la niña le confirma a su padre que la madre ha ingerido alcohol y que en el momento de cruzarse los mensajes permanece dormida.
Los agentes así lo corroboran también en su atestado, en el que se recoge además el momento en el que llega el padre y la pequeña sale corriendo del coche de su madre para echarse en brazos del primero.
Capturas de la conversación por Whatsapp entre padre e hija.
El fiscal instó, hace meses, a tomar medidas "urgentes"
Tan solo tres días después del incidente, el padre presentaba en los juzgados un relato de los hechos instando a la Administración de Justicia a retirarle, de manera provisional hasta que un juez no se pronunciase sobre la modificación de medidas, la custodia a la madre de la menor. El propio fiscal de menores solicita, mediante un escrito remitido al Servizo de Menores del Departamento Territorial de Traballo e Benestar de la Xunta de Galicia, que se adopten, "con carácter urgente, medidas de atención inmediata dada la desprotección en que se encuentra la menor a la vista de los hechos denunciados en el atestado de la Guardia Civil de Verín de fecha 12 de octubre de 2020", recoge de manera literal el texto.
Copia del escrito del fiscal de menores enviado a la Xunta.
Y, desde entonces, la niña permanece bajo la custodia de la madre -de manera oficial-, aunque el padre la retiene "incumpliendo claramente una orden judicial, pero vale más la vida de mi hija que cualquier documento de un juzgado. Si tuviese la seguridad de que su madre vela por su cuidado como yo lo haría, aguardaría pacientemente a que un juez se pronunciase definitivamente sobre la custodia de la niña. Pero, y así lo he podido acreditar, y así lo afirma el propio fiscal de menores, mi hija está desprotegida y no quiero tener que lamentarme de no haber intentando protegerla de cualquier posible incidente", apunta.
Vale más la vida de mi hija que cualquier documento de un juzgado
Actualmente, los juzgados de Verín están a la espera de recibir los oportunos informes psicológicos -dos meses después de la vista que se celebró tras la denuncia del padre por los hechos del mes de octubre- para decidir si atienden la petición de este joven de retirarle, de manera provisional, la custodia de la menor a su madre hasta que un juez no resuelva sobre el régimen de la pequeña.
