Poco después de las 23:00 horas de este domingo 17 de marzo, los efectivos sanitarios certificaban la muerte del Luis Miguel Vega Vega, de 48 años y vecino del número 8 de la calle Os Remedios de Verín, barrio en el que era muy conocido.
Según ha podido saber esta redacción, fue la propietaria del bar frente a su domicilio la que se extrañó de su ausencia: llevaba un par de días sin frecuentarlo, cuando era de café diario en el.
La mujer acudió a su casa y llamó varias veces sin respuesta. Acto seguido alertó a una vecina del finado, que sí disponía de llaves del domicilio de Luis Miguel. Cuando abrieron la puerta lo hallaron sin vida en el sofá del salón.
Inmediatamente alertaron a la Guardia Civil y a los servicios sanitarios, que no pudieron más que certificar su fallecimiento.
Varias fuentes aseguran que el cuerpo desprendía cierto olor, lo que hace suponer a las autoridades que llevase varios días muerto en su domicilio.
Conocido y dicharachero
Luis Miguel era un hombre muy conocido, no solamente en el barrio donde residía. Frecuentaba la casa consistorial para visitar a la concejala de Servizos Sociais, Rosario Rodríguez, quien había conseguido incorporarlo al servicio municipal de limpieza durante algunos meses.
Vivía solo desde el fallecimiento de su madre y era muy habitual verlo por las calles de la villa. Fue hallado sin signos de violencia y sus vecinos señalan que no seguía puntualmente -por sus declaraciones- los tratamientos médicos pautados.