viernes. 26.04.2024
María Solar, en la presentación de su libro "Os nenos da varíola". | FOTO: M. D.
María Solar, en la presentación de su libro "Os nenos da varíola". | FOTO: M. D.

Se hubiese llenado el patio de butacas del auditorio si no imperasen las restricciones de la Covid, de la que se habló mucho, por cierto, en la sesión de despedida de la cuarta edición de las jornadas de Novela Histórica que organizan en la villa, con la bicefalia de la biblioteca municipal como principales actores de un nuevo éxito. 

Lo confirmaba el presentador de las mismas, José Luis Corral, que con Calvo Poyato organizan otras por todo el territorio nacional pero "que, comparativamente con las otras poblaciones, como Zaragoza o Córdoba, Verín es una de las que la respuesta del público es excepcional". 

José Luis Corral, presentador das xornadas de Novela Histórica. FOTO: M. D.José Luis Corral, presentando a María Vila. | FOTO: M. D. 

No cabe duda de que asistir a alguna de sus sesiones -o a todas-, además de enviarte varios siglos atrás -que si piratas del siglo XVI, o las aparentes brujas aragonesas del mismo periodo-, te reconduce en el tránsito vital actual y hace que confirmes parte de tus convicciones o, para el caso de los que tengan la mente un poco nublada, ofrece datos históricos, contrastados y desconocidos que disiparían esas dudas de haber acudido a alguna de las charlas de la tarde del sábado. 

Así, en poco más de tres horas, que si doble tanda de agradecimientos a los patrocinadores y colaboradores del evento, alguna intervención política -como la del alcalde Gerardo Seoane, quien certificó la intención suya y de sus "compañeros", esto es, la otra pata del banco, la bipartita nacionalista responsable del capítulo cultural de su gestión; de convertir a Verín en "el centro cultural del sur gallego"- y, cómo no, tres de las protagonistas que llegaron a hablar de su, o sus libros, con el broche final de la aragonesa Luz Gabás, conocida, además de por sus obras y su pequeña incursión en política, por la gran producción cinematográfica de la primera novela histórica de su firma: Palmeras en la Nieve

María Vila, escritora. | FOTO: M. D.María Vila, hablando de mujeres piratas. | FOTO: M. D. 

Gabás fue la última en aparecer, con el tiempo apretado para desgranar la figura de todas y cada una de las protagonistas de sus últimas cuatro piezas literarias -la quinta está en proceso, fue lo único que desveló-. María Vila compareció en primer lugar con sus dos piratas, dos jóvenes de la aristocracia inglesa que deciden dar un giro "estromboliano" a su vida escapando hacia la libertad enroladas en la piratería del siglo XVI. No desveló mucho de la trama de su "Leyenda de las dos piratas", pero sí hizo, en su alocución, un amplio recorrido por esta actividad histórica -"hay piratería desde que hay navegación"- en todas las aguas internacionales, y de como las muchas mujeres, algunas por convencimiento, como la "calva" Grace O'Malley, capaz, entre sus muchas otras "misiones", de subir aguas arriba con su flota por el mismísimo Támesis para presentarse ante la reina Isabel I de Inglaterra -tan "pirata" en el sobrenombre como ella- y exigir la liberación de dos de sus hijos apresados tras la refriega entre irlandeses e ingleses; y, buena parte de ellas por necesidad, decidieron embarcarse en tan apasionante -y a veces mortal- actividad ilegal. 

A xornalista María Solar. | FOTO: M. D.La periodista y presentadora de la TVG, María Solar. | FOTO: M. D. 

De una licenciada en Derecho, con diplomatura en Empresas y Grado en Lengua (la antigua Filología Hispánica) -María Vila-, a una bióloga, licenciada en Ciencias de la Información y diplomada en Magisterio, a la par que presentadora de la TVG en el programa cultura del fin de semana Zig Zag: María Solar -así, sin despeinar su melena-. Además, escribe. Y para convertirse en otra de las mujeres protagonistas de la cuarta edición de las jornadas de Novela Histórica de la villa lo hizo firmando "Os nenos da varíola", obra ambientada en los primeros años del siglo XIX pero de muy rabiosa actualidad.

Gracias a ella, mucho de nosotros sabemos por qué la operación del Ejército español en pleno confinamiento por la pandemia recibió el apellido de un médico valenciano -Balmis- o que el nombre del polémico hospital de Ayuso en la capital madrileña lleva el de una gallega convertida en la primera enfermera internacional de la historia que acompañó a 22 huérfanos de Madrid, Coruña y Santiago hasta las Américas: Isabel Zendal.

María Solar, la autora, se anticipó a todos, incluso a la propia pandemia, y tres años antes -en 2017- puso el foco en una impresionante Real Expedición Filantrópica de la Vacuna -así se la llamó- que reclutó a niños de los hospicios a los que inocularle la enfermedad animal de la viruela -menos agresiva que su variante para humanos- y trasladarles en barco hasta el Nuevo Mundo y así conseguir exportar la vacuna contra la dolencia de forma segura inyectando de dos en dos niños cada diez días.

La operación la ideó Francisco Javier Balmis por encargo del monarca Carlos IV, que había perdido a una de sus hijas por la viruela. Se necesitaba a una enfermera encargada de cuidar a los niños tanto en tierra como en el mar, que les diese cariño, les limpiase, y les ayudase en su aseo, esto es, que el trayecto por mar fuese lo más agradable y ameno posible para los 22 "cobayas". La mejor, Isabel Zendal, que no dudó tampoco en convertir a su propio hijo de soltera Benito en receptáculo del virus

A vacinación é un invento español e nel participou unha galega que nunca recibira o recoñecemento que se merece (María Solar, autora de "Os nenos da varíola)

Si el primero que usó la ciencia para prevenir una enfermedad, en lugar de curarla, fue el médico inglés Edward Jenner (17 de mayo de 1749 - 26 de enero de 1823), que en 1796 desarrolló la primera vacuna de la historia, "os españois fomos os primeiros en pór en práctica a vacinación como método preventivo, a vacinación é un invento español e nel participou unha galega que nunca recibira o recoñecemento que se merece", aseguró María Solar, tras una verdadera clase magistral y sobresalientemente argumentada sobre la necesidad de las vacunas y los éxitos de las mismas -no en vano comenzó hablando de su libro de como la viruela se convirtió en la primera enfermedad de la historia de la humanidad en ser combatida con la vacuna: el 8 de mayo de 1980, la XXXIII Asamblea de la OMS aceptaba el Informe final de la Comisión Global para la certificación de la erradicación de la viruela.

"Soavos de algo? Está todo na Historia, só hai que coñecela para non repetir os mesmos erros porque xa entón había negacionistas, pero erradicar a varíola só se puido conseguir coa vacina e porque foron todos os vacinados, porque foi un traballo de todos", recalcó la periodista y escritora gallega que le daría un buen repasito en un par de minutos a todos los que tienen el desacertado convencimiento de no aceptar la doble dosis contra el coronavirus. 

Fue la intervención más atentamente seguida y aplaudida de la tarde. Nadie diría tras la exposición de Solar que se hablaba de tres siglos antes, todo, incluso la abnegación de las enfermeras -y por extensión servidores sanitarios en lo público-, sonó pero que muy actual. 

Sara Ruiz, con su viola de gamba. | FOTO: M. D.Sara Ruiz, con su viola de gamba. | FOTO: M. D. 

Entre medias, otra mujer, Sara Ruiz y su inseparable viola de gamba, instrumento muy utilizado entre los finales de los siglos XV y XVIII, y muy de actualidad ayer entre cada una de las comparecencias. 

Cerró la tarde, y la cuarta edición de las jornadas, Luz Gabás. Ella vino a hablar de sus cuatro novelas y de las mujeres protagonistas en todas ellas. Comenzó por recordar la historia de sus "Palmeras en la nieve", donde la enfermera Brisilla o la "amiga" Sade acaparaban gran parte de la atención en la trama ambientada en la emigración aragonesa a la antigua colonia española de Guinea Ecuatorial para cultivar amplias extensiones de cacao. 

Con Brianda, en "Regreso a tu piel", intentó desmontar gran parte de la propaganda eclesiástica contra las "aparentes brujas, que no lo eran tal, algunas eran simples mujeres que vivían con su suegra y que bastaba una acusación de aojamiento para que fuesen condenadas a la tortura por la Justicia Local de la época", allá en el siglo XVI y en tierras de su Aragón natal, en donde investigó la autora y también alcaldesa un mandato de su localidad de residencia, Benasque

"Como fuego en el hielo" comienza en Madrid, pero la acción se situá allá por mediados del siglo XIX, una época convulsa entre guerras carlistas y revoluciones, y a ambos lados de los Pirineos, entre el Valle de Benasqueun lugar que tan bien conoce la autora, y Luchón, Cauterets y Bagnerés, localidades de la parte del sur de Francia más cercana a los Pirineos. Es la época en la que comienzan a llegar a España los primeros viajeros del espíritu romántico y donde el turismo termal -la segunda de las conexiones que establecía la autora en la tarde de sábado con tierras verinenses, la primera fue la de las brujas-, empieza a ponerse de moda. 

Luz Gabás. | FOTO: M. D.Luz Gabás, firmando ejemplares por partida doble. | FOTO: Xosé Lois Colmenero. 
 

En los últimos minutos, Luz Gabás realizó una pequeña sinopsis de su cuarta novela, más negra que histórica, por su trama, pero que, al igual que su tercera, conecta mucho con los problemas de la Galicia actual, como lo son el abandono de sus tierras y la despoblación manifiesta. "El latido de la tierra" es un claro ejemplo de la cruda reflexión sobre el apego a las raíces, la soledad, la lealtad o los efectos del paso del tiempo. 

Y así, entre piratas, brujas, enfermeras y abnegadas madres o aristócratas de la Europa Central transcurrió la tarde de un sábado cualquiera de sofá, "mantita" y libro, mucho mejor aprovechada -sin duda- si los dos primeros elementos se hubiesen sustituido por las incómodas butacas del auditorio verinense.
 

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