
Los 114 kilómetros de huida de un ciudadano de nacionalidad portuguesa por la autovía y con coches de la Guardia Civil detrás concluyeron a la altura del punto kilométrico 160 de la autovía A-52, en el desvío de Queizás (Verín) dirección a la Nacional 532 Verín-Frontera portuguesa, con el impacto del fugado contra la barrera de vehículos oficiales que los agentes había establecido para interceptar al presunto delincuente.
Estado en el que quedó el vehículo, instantes después de haber impactado contra un Nissan de la Guardia Civil.
El súbdito portugués, por nombre de iniciales M. B. M. y nacido en 1993, circulaba ayer noche por la autovía dirección Porriño. A la altura del kilómetro 173, en la localidad de As Estivadas (Cualedro), una patrulla del destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Verín procede a darle el alto al comprobar que el Volkswagen Golf de matrícula portuguesa circula sin ninguno de los espejos retrovisores exteriores.
El conductor, lejos de obedecer la orden de los guardias civiles, emprende una huida a toda velocidad hasta el punto kilométrico 217 de la A-52, coincidente con la salida de Rante-A Mezquita, ya muy próximo a la capital ourensana. Allí, intenta despistar a sus perseguidores abandonando la vía y cambiando de sentido, esta vez, rumbo a Benavente. Emprende el retorno camino de Portugal a toda velocidad de nuevo, hasta el punto de que varias patrullas de Seguridad Ciudadana, alertadas por sus compañeros de Tráfico, intentaron sin éxito detenerlo, de nuevo, en el kilómetro 173, en As Estivadas. El infractor no se detiene y sigue avanzando a gran velocidad para tomar la salida en dirección a su localidad de residencia, Chaves. En el desvío de Queizás, la Guardia Civil le esperaba con una barrera de vehículos que, aún así, el conductor intentó salvar acelerando todavía más. El impacto contra los coches oficiales le envió a la bionda metálica de protección, donde acabó deteniendo el coche y fue arrestado. Había consumido cocaína -así lo reflejaron los análisis oportunos posteriores- y tenía retirado el permiso de conducción hasta el mes de julio del 2020.
Este vecino de Chaves pasaba a mediodía de hoy, en los juzgados de Verín, a disposición judicial y quedaba dos horas después -sobre las 15,30 horas- en libertad pero con la obligación de presentarse el día 1 de cada mes ante el juez e imputado por los delitos de desobediencia a los agentes de la autoridad, contra la seguridad del tráfico -en la modalidad de conducción temeraria- y de daños intencionados, causados al vehículo oficial de la Guardia Civil.