martes. 23.04.2024
En el centro de Verín se oyeron y bien las cacerolas de la protesta. | FOTO: Xosé Lois Colmenero.
En el centro de Verín se oyeron y bien las cacerolas de la protesta. | FOTO: Xosé Lois Colmenero.

Muchos de bares de Verín volvieron a abrir esta tarde, aunque no a la actividad, para sumarse a la protesta convocada al unísono por sus propietarios y los responsables de la Asociación de Empresarios y Empresarias de Verín. Pasadas las 19:30 horas de hoy, el ruido de cacerolas y bocinas era en Verín fácilmente perceptible. En cualquiera de sus calles podía oírse a la perfección el sonido metálico de los golpes que propinaban propietarios y clientes que se había sumado a la protestas, sonido al que apoyaban los cláxones de los automóviles que transcurrían por las principales avenidas de la localidad. 

Todos, sin excepción, con sus negocios a media luz y la persiana por la mitad, protestaban por la decisión del comité clínico de la Xunta de Galicia, que decidió castigar a Verín un poco más manteniendo el cierre perimetral y la clausura de bares y cafeterías pese a registrar tres veces menos casos activos a día de hoy que Carballiño, que sí cambia de estado desde la medianoche de este viernes. 

Esta mañana, los casos activos en la villa carballiñesa eran de 23, cuando en Verín los registrados ascendía a tan solo nueve. La Xunta de Galicia decretó el cierre de bares y cafeterías en Carballiño el 20 de octubre, siete días después de que en la villa verinense se pactase la clausura voluntaria de todos ellos.

A mediodía se daban a conocer las nuevas medidas aprobadas por el comité clínico, que dejaba -en contra de lo esperado- a Verín sin el levantamiento del cierre perimetral y el retorno de los bares a la actividad.  

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