David Teixeira es un joven de 16 años natural de Verín y que reside en Pazos. Su aparente fragilidad esconde, sin lugar a dudas, un fuerte personalidad. Hace tres años que decidió acondicionar su apariencia física a su condición, que ya conocía y sentía desde muchos años atrás. Ese cambio, que para familiares y amigos como su inseparable Carolina -amiga desde su infancia- no sorprendió a nadie, sí provocó reacciones que lleva sufriendo desde entonces a una media insoportable para él y para cualquier de nosotros: "Non hai semana que non me chamen maricón desde que son quen son", asegura, aparentemente sin inmutarse, aunque seguro que la procesión va por dentro, o lo fue: "Botei máis de dous anos en tratamento psicolóxico, mesmo con fármacos. Tento ser forte, pero ás veces non se consigue", señala.
Conocimos a David porque en los últimos días, concretamente en la noche del martes 12 de octubre, pasadas las 22:00 horas y en la travesía de Sousas de Verín, volvió a ser víctima de la incomprensión de alguno de los representantes de una sociedad inmadura, inculta, intolerante e involucionada, que él mismo relata en el vídeo. Un varón de mediana edad, tras verle su indumentaria y su color de pelo, no se ruborizó lo más mínimo y le llamó repetidas veces "maricón". Le acompañaba Carolina y juntos se refugiaron en un bar próximo al supermercado en el que trabaja su madre. Temían que, por la reacción del hombre, los insultos llegasen a más.
Parece que teñamos que recibir algunha agresión física ou morrer nunha beirarrúa como Samuel para que si se inverteña
Se ha decidido a contarlo, y en este medio, porque quiere dejar meridianamente claro que "este tipo de comportamentos non só se ven nas grandes cidades, tamén en vilas pequenas coma a nosa pasan a cotío", asegura. No ha presentado denuncia ante las autoridades porque incluso, desde los propios servicios jurídicos del colectivo LGTBI con el que ha contactado, le han asegurado que no prosperaría: "Parece que teñamos que recibir algunha agresión física ou morrer nunha beirarrúa como Samuel para que si se interveña", se lamenta.
Es Carolina Lorenzo, de 17 años, la que preguntada por todo lo anterior y por su impresión, resume, de un plumazo y en pocas palabras, una realidad: "La sociedad cada vez va a peor". Y ambos tienes perfectamente identificado el rango etario de todos aquellos que le profieren insultos: "Son, fundamentalmente, mozos entre 16-17 e 20 anos, e persoas maiores entre 50 e 60 anos", señalan.
Una de la captura de los mensajes denunciados por Jacobo García.
Otro caso reciente en Laza
Seguro que no ha sido el único caso que ha ocurrido en los últimos meses en la comarca, pero sí el primero desde el último que también se hizo público, aunque en redes sociales. Jacobo García Novoa, lazano técnico de Turismo y organizador del torneo de pádel de la localidad, recibió en su Whtasapp personal varios mensajes amenazantes e insultantes de otro vecino, curiosamente presidente de la Asociación de Pais e Nais del CEIP local, que Jacobo no dudó en publicar en su cuenta de Facebook para denunciar públicamente los hechos. García Novoa fue más allá y presentó denuncia ante la Guardia Civil, cuerpo al que pertenece el supuesto agresor.
Algunas lindezas que le dejó escritas fueron: "E se queres tamén che dou polo cu, só tes que pedirmo", como así se aprecian en la captura que se acompaña.