
En la vida hay personas que, con el paso de los años, las olvidamos, a otras preferimos olvidarlas y otras, como tú, perduran en nuestro corazón.
En este cruce de caminos entre la Edreira y la Silla de la Reina, volviste a juntarnos con la excusa perfecta de la inauguración de tu rotonda. Lo que en un incendio proyectaste, nosotros lo ejecutamos con tu dirección de obra.
A partir de ahora, ya tienes un lugar en el que ser recordado, y que con el paso del tiempo se creen leyendas entorno a tu persona, como las que devorabas en tantos y tantos libros que te gustaba leer.

Fuiste una de las primeras personas en trabajar en el Servicio de Incendios, con un espíritu familiar que no dejaste de transmitir a todas las personas que fuimos pasando en la llamada “Autoescuela”.
Persona reservada que siempre te gustó estar en segundo plano, fuiste este sábado el protagonista muy a tu pesar. Parte de tus cenizas se dispersaron como las semillas que lleva el viento a ritmo del toque de los truenos que avisan otra tormenta.
A ritmo de la gaita brotaron las lágrimas, que muchos dejamos escapar y que otros tantos retuvieron con un nudo en la garganta. Como buenos discípulos tuyos, nos juntamos a comer y beber, brindando por ti.
Tu familia y tus amigos, para un buen compañero y excelente persona.
Laza 3 de junio 2023.