Los ficus y las ceibas que crecen alrededor de los templos de Angkor han convertido sus estructuras corporales en un abrazo eterno a los muros que una vez se tragó la selva. Es ya imposible…
Camboya es un mundo distinto pero extrañamente cercano cuando, una mañana cualquiera, uno camina entre las flores y los niños y el aroma del incienso encendido y clavado en las cenizas de un templo…