jueves. 18.04.2024

¿De verdad han pasado ochenta años entre O'Hara y Pedroche?

Cristina Pedroche, luciendo palmito con su vestido de Nochevieja. | FOTO: Cedida por el escultor Jacinto de Manuel.
Cristina Pedroche, luciendo palmito con su vestido de Nochevieja. | FOTO: Cedida por el escultor Jacinto de Manuel.

Que levante la mano quien va a dejar sus zapatitos esta noche bajo el árbol de Navidad.

Bueno, aquí la menda será una de ellas.

Sí, ¿y qué? Esta tarde iré a la Cabalgata provista de una o dos bolsas para recoger el botín de caramelos que los Reyes Magos de Oriente tendrán a bien repartir entre el gentío que se forma de niñas, niños, madres, padres, abuelas y abuelos -estos últimos son lo más peligrosos a la hora de capturar el caramelo perdido, pues practican técnicas dignas de los mismísimos GEOS-.

Ya os conté en mi anterior columna, que en Navidad saco la niña que llevo dentro a pasear. 

Y vaya si pasea, pasea tanto que no puede evitar fijarse en todos los detalles. Y claro, al fijarse, pregunta. 

Y mis preguntas, a veces, son un poquito puñeteras.

Veo a los SS.MM. de Oriente acercarse en sus imponentes carrozas, rodeados de sus pajes y ataviados con sus largas túnicas y ropajes. Los Reyes Magos que reparten ilusión y regalos a mansalva son tíos. Hombres. Del género masculino. 

¿Dónde están las Reinas Magas? ¡Ah!, que no hay. Claro, en aquellos tiempos… pero he aquí que cuando las suben en las carrozas son mujeres monísimas vestidas con falditas cortas y las tetas medio de fuera, aunque haga un frío que pela. Ellos no. Ellos son viejos, con barbas hasta las rodillas y tapados hasta los pies. Ellas parecen modelos de Victoria's Secret.

¿Dónde están las Reinas Magas? ¡Ah!, que no hay. Claro, en aquellos tiempos… pero he aquí que cuando las suben en las carrozas son mujeres monísimas vestidas con falditas cortas y las tetas medio de fuera, aunque haga un frío que pela

Lo que me lleva a plantear que hemos entrado en 2020 y seguimos igual. 

¿Cómo han dado las campanadas en televisión? Pues nada, que seguimos dando la campanada… o la nota, más bien

Televisión Española: Anne Igartiburu a dos grados bajo cero, exhalando vaho por la boca y más tiesa que la mojama la pobre, muertita de frío pero con un vestido tan escotado, que oye, en Brasil a 24 graditos, estaría muy bien, pero en Madrid a 31 de diciembre...

Cristina Pedroche, un tanto de lo mismo, además por lo visto, tardaron más de dos horas en cerrárselo y por poco no sale a presentar. Me la imagino cual escena de "Lo que el viento se llevó", cuando Mammy intenta enfundar a Escarlata O'Hara en un minúsculo corsé que casi la deja sin respiración. La diferencia es que esa película, mi favorita por cierto, se rodó en 1939. 

80 años nos separan.

Por lo visto, el flamante vestido escultura fue diseñado sobre el cuerpo de la presentadora en dos piezas; por delante y por detrás y claro, en palabras de la propia Cristina, "El vestido encajaba perfecto pero no cerraba. No era por estar más gorda o más delgada, sino por las costillas. No me puedo quitar una costilla".

WTF!!!  What a fuck!!! 

¡Pues claro que no te puedes quitar una costilla, criatura! ¿De verdad estamos en estos niveles todavía? Ochenta años separan a Escarlata de Cristina. Ochenta años.

Ellos tapaditos con su camisa, su chaqueta de smoking y seguro que una camiseta de lana bien gordita por debajo, no vaya a ser que se les encojan sus partes nobles. Nosotras a pecho descubierto, que para eso estamos. Para adornar. Para lucir palmito. Porque oye, ¿para qué cambiar las viejas costumbres? Si funciona y da audiencia, aquí no se cambia nada. 

Ellos tapaditos con su camisa, su chaqueta de smoking y seguro que una camiseta de lana bien gordita por debajo, no vaya a ser que se les encojan sus partes nobles. Nosotras a pecho descubierto, que para eso estamos. Para adornar. Para lucir palmito. Porque oye, ¿para qué cambiar las viejas costumbres? Si funciona y da audiencia, aquí no se cambia nada

Pues a mí también me gustaría ver a Jesús Vázquez en camiseta de tirantes y pantaloncitos cortos. A Chicote ya no, ¿ves? eso sí que me lo pueden ahorrar. 

2020 y seguimos igual, y sé que en 2021 pasará lo mismo. Nos comeremos las uvas con el vestido de la Pedroche y el escotazo de Anne. Y volveremos a desearnos paz y buen rollo y todo eso que se dice entre uva y uva. 

Y yo, por supuesto, seguiré preguntando, cuestionando y dando por saco. Porque sí. Porque yo también quiero ver los abdominales de Jesús Vázquez. 

¿Y vosotras?

Hoy va por el 2020.

¿De verdad han pasado ochenta años entre O'Hara y Pedroche?
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