viernes. 19.04.2024
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El perro salió a recibir a este medio en una localidad confinada a cal y canto después de certificarse su primer positivo de la comarca. | FOTO: Xosé Lois Colmenero.

A última hora de la mañana, se esperaban los resultados del laboratorio que acabasen por confirmar en todos sus extremos el positivo por coronavirus de la mujer de nacionalidad peruana, con residencia en Madrid y que desde hace varios días residía en casa de su suegra, en la localidad de San Cibrao (Oímbra), en compañía también de su esposo y sus dos hijas. 

Pasadas las 17:30 horas se activaba también el protocolo de traslado de otro posible positivo en COVID-19 al centro hospitalario verinense, que ya se prepara para recibir un notable incremento de casos en las próximas jornadas. Por Urgencias, y con todas las medidas de seguridad descritas para la ocasión, entraba una anciana de 90 años vecina de la avenida de Sousas de Verín.

La mujerque ha desarrollado la enfermedad se encuentra aislada en una habitación de la unidad verde del hospital de Verín. No presenta más síntomas que el de una persistente fiebre y respira con total normalidad. 

Sí se ha confirmado que esta mujer de nacionalidad peruana y madre de dos hijas ha realizado vida normal durante los últimos días previos al decreto del estado de alarma. Se había desplazado a la localidad de su suegra después de que el Gobierno de la Comunidad de Madrid hubiese cerrado todos los colegios. San Cibrao era esta tarde un pueblo fantasma y la única persona que abandonó su domicilio para retirar la basura declinó hacer comentarios. Sí ha podido saber este medio que la preocupación es elevada entre el vecindario, que se debate entre la indignación por el aparente comportamiento poco diligente con la salud pública del primer caso conocido en la comarca y la confianza de que las medidas de precaución tomadas hayan surtido su efecto y eviten una propagación masiva de la enfermedad.

Algunos de los vecinos consultados telefónicamente aseguran que tanto a su esposo como a sus dos hijas era habitual verlos en los días previos al del decreto del estado de alarma llevando una vida completamente normal en San Cibrao

Algunos de los vecinos consultados telefónicamente aseguran que tanto a su esposo como a sus dos hijas era habitual verlos en los días previos al del decreto del estado de alarma llevando una vida completamente normal en San Cibrao. Algunos de ellos situaron al marido en una carnicería de Oímbra y a la mujer aislada en una empresa hortofructícola de la capitalidad del municipio. "Temos medo, como non imos ter medo. Esta familia comportouse como outra calquera antes de que nos pecharan nas casas, fixeron unha vida normal, con desprazamentos para aquí e para alá", describe una de las consultadas. 

Otros aseguran que había manifestado ya su recelo e impedían que los pequeños de sus casas se acercasen a las hijas del matrimonio, que encontraban en una pequeña de etnia gitana e hija de un enfermo renal que precisas sesiones periódicas de diálisis, su única compañía. 

Las redes sociales comenzaron a cebarse con la paciente ingresada, recriminándole que debió haber permanecido ella y su familia en la capital del Estado. También no faltaron las informaciones publicadas -nada confirmadas- en diferentes perfiles de Facebook, que la situaban en un buen número de lugares. Algunas obligaron a los familiares de los supuestos acompañantes de tertulia de la infectada a salir públicamente a desmentirlo. 

La alcaldesa de Oímbra, Ana María Villarino Pardo, no escondía esta misma mañana su preocupación por una posible infección en ésa y en otras localidades de su municipio: "Considerando que é un virus que ten unha extraordinaria transmisibilidade, temos que ser, agora máis ca nunca, respectuosos coas medidas do estado de alarma e que ninguén saia da casa. Os veciños de San Cibrao e do resto do Concello contarán con todo o apoio que precisen desta Corporación. Esta mañá, a través dunha empresa, desinfectamos o pobo de San Cibrao, e os lugares públicos de Oímbra. O luns continuaremos con medidas de desinfección nestes e noutros lugares", señaló.

La regidora quiso también agradecer la labores de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, y concretamente, la del teniente de la Guardia Civil de Tráfico, Juan Carlos Nogueiras, que se puso inmediatamente a disposición y recorrió las principales localidades del municipio alertando a la población del grave riesgo que supone abandonar sus domicilios por las probabilidades de resultar contagiados, sobre todo residiendo en el concello que ya posee el triste título de aportar el primer positivo de la enfermedad a esta comarca.

Los vecinos de San Cibrao, con más miedo que virus en sus cuerpos