Cataluña fue una de las primeras comunidades autónomas en recelar de la sensibilidad de los test de seroprevalencia que Alberto Núñez Feijóo se anticipó a poner en uso en Galicia. Allí, profesionales del servicio de salud catalán advirtieron de la cuestionable seguridad que ofrecían a la hora de conocer con exactitud si aquellas personas que se sometieron a ese test habían o no superado la enfermedad por coronavirus y generado los anticuerpos que proporcionan inmunidad ante la misma.
Más tarde se sumaron otras como Asturias, donde las muestras enviadas a la totalidad de las residencias de ancianos de la comunidad permanecieron aparcadas hasta nueva orden, o Valencia. Y, ahora, después de haberse anticipado el Gobierno de Feijóo a la puesta en marcha desde Madrid al examen serológico, comienzan a amplificarse las dudas y quejas por parte del personal sanitario del Servicio Galego de Saúde.
El caso más evidente se ha dado en Verín. Una médica de familia, ante la incertidumbre de saber si podría o no estar contagiada y estar poniendo en riesgo a sus pacientes; decidió acudir a un laboratorio privado de la villa para realizarse el test de antígenos, denominado "Elisa", y que detecta si su organismo ha desarrollado los anticuerpos IGM (los que primero se generan en el momento de padecer la enfermedad) e IGG, aquellos que se mantienen durante un espacio de tiempo y que son los que evidencian que en algún momento se ha desarrollado el COVID-19.
Test que emplea el Sergas para su estudio de seroprevalencia, de los laboratorios chinos Wondfo.
Para su sorpresa, mayúscula, el test del laboratorio privado ha confirmado que en algún momento de los últimos meses, mientras mantenía con total normalidad el ejercicio de la medicina, desarrolló, de manera asintomática, la enfermedad. Conocido el sorprendente resultado, se sometió también al test de seroprevalencia que ha estado distribuyendo de manera aleatoria el Sergas entre los diferentes centros de salud de la comunidad y la provincia para comprobar su grado de fiabilidad. El resultado fue, en contra de lo deseable, negativo, lo que deja en evidencia la efectividad del informe serológico que pretenden desde la Consellería de Sanidade emitir después de que se realicen todas las muestras programadas, más de 100.000.
Los test rápidos de los que ahora se sospecha han sido los mismos a los que se sometieron los 1.313 sanitarios del CHUO que utilizaron las mascarillas defectuosas Garry Galaxy
No es el primer caso que se conoce en la comarca. Otro profesional sanitario de la zona, receloso también del resultado final de los test rápidos, sometió la pasada semana a un paciente confirmado de coronavirus a los resultados de la prueba serológica, y ésta dio también un resultado negativo cuando el usuario del Sergas en cuestión había superado la enfermedad un par de semanas atrás.
Sospechas entre los presidentes de los colegios
Esas mismas sospechas que ya tiene los facultativos de Verín y comarca las tienen también sus colegas en la comunidad. El presidente del Colegio de Médicos de Lugo, Manuel Boquete, se ha sumado a la "hipótesis" de que "o el test no funciona" o la población "no está infectada". "No hay otra explicación", ha afirmado tras apuntar que los datos preliminares de las pruebas ya efectuadas señalan un "porcentaje muy pequeño" de positivos por COVID-19 en la comunidad gallega, como también está ocurriendo en los centros de salud de la comarca, donde la práctica totalidad de los resultados están siendo negativos.
No hay suficiente conocimiento y evidencia para dar valor a los test rápidos (José Luis "Chechu" Jiménez, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Ourense)
José Luis Jiménez, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Ourense, ha coincidido en "las limitaciones de los test". "No hay suficiente conocimiento y evidencia para dar valor a los test rápidos", ha sostenido, por lo que ha apostado por "poner en cuarentena el valor" de estos para "la toma de decisiones individuales y de grupos conectados, como trabajadores de una empresa". "Todavía queda mucho que aprender", ha apostillado.
Los utilizó Rubial con su personal en el CHUO
Los test que ahora están siendo puestos en cuestión son los mismos que el gerente del área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco, Félix Rubial, utilizó para descartar que los 1.313 sanitarios posiblemente contagiados por haber hecho uso de las mascarillas defectuosas Garry Galaxy lo estuviesen. Por aquel entonces, sólo 28 profesionales dieron un resultado positivo pese a no presentar síntomas y fueron enviados a sus domicilios.
