La histeria desatada por la expansión de la pandemia del Coronavirus en todo el territorio nacional no solamente está provocando importantes desabastecimientos en los supermercados de la villa. También está colapsando servicios esenciales para la ciudadanía, como el de emergencias.
Esta tarde, una usuaria del centro de día "Raiola" de Verín se sintió indispuesta víctima de un notable desajuste en sus constantes. Inmediatamente, y tras comprobar la enfermera de la instalación la gravedad de su estado, decidió contar con los servicios de urgencia del 112. En una primera comunicación no pudo contactar. Lo intentó con el servicio de Urgencias del hospital verinense, quienes por protocolo desistieron de enviar una unidad medicalizada a la instalación municipal. Una segunda llamada al 112 la tuvo en espera 36 minutos hasta que el facultativo al otro lado del teléfono decidió enviar una ambulancia al centro de día para trasladar a la usuaria indispuesta. Los efectivos, después de recibir la orden, llegaron en poco más de cinco minutos al lugar.
Desde el 061 confirman que la entidad gestora del servicio ha solicitado a los médicos en plantilla ampliar sus turnos dado el grave colapso que sufren "por la histeria desatada y la mala utilización de los recursos por buena parte de la población", apuntan.
Nada de huevos, papel, rollos de cocina o productos cárnicos envasados
La locura desatada en las últimas jornadas entre la población se ha acentuado desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decretado este mediodía el Estado de Alarma en todo el país. En las principales superficies de alimentación de la villa comienza a ser habitual encontrarse con lineales de productos completamente vacíos. Son importantes los desabastecimientos en leche, huevos, papel higiénico, rollos de cocina -puede que en sustitución del primero-, fruta, verduras y productos cárnicos frescos envasados en atmósfera protectora.
El lineal de la leche en un concurrido supermercado de Verín, a las 16:15 horas de esta tarde. | FOTO: Xosé Lois Colmenero.
Comienza a verse también a verinenses comprando provistos de mascarilla o con guantes de látex. Entre el personal de los diferentes establecimientos, el comentario generalizado es único: "Esto es una verdadera locura, un agobio total". Los consumidores repiten otro: "No he encontrado nada de lo que venía buscando".
