sábado. 20.04.2024
Una paciente presenta una reclamación ante el centro de salud de Verín por el celo de los facultativos a no recibir enfermos de manera presencial

"Si pudiste aguantar con infección de orina toda la noche, también podrías haber aguantado unos días"

Cada vez son más los usuarios del centro de salud de Verín -o de cualquier otro municipio- que alzan la voz, aunque sin reclamar por escrito, contra la política sanitaria que les obliga, en la mayoría de los casos, a despachar su dolencia con una simple llamada telefónica. El caso de Cristina fue, curiosamente, el contrario. Sí la atendieron pero acabó por llevarse una reprimenda por haber acudido al centro de salud

Cristina Sanmamed, con la reclamación interpuesta ante la dirección del centro de salud de Verín.
Cristina Sanmamed, con la reclamación interpuesta ante la dirección del centro de salud de Verín.

Cristina Sanmamed no ha tenido inconveniente en dar la cara públicamente después de haber interpuesto una reclamación ante la dirección del centro de salud de Verín por el trato recibido el pasado 28 de julio, después de sufrir durante toda la noche una infección de orina que derivó en un capítulo de dolor agudo "insoportable" por la mañana. Es la primera de la que ha tenido constancia documental Diario do Támega, aunque también a esta redacción le consta la protesta que en su día realizó presencialmente la teniente de alcalde del Concello de Verín, Rosario Rodríguez, después de que se dilatase también en el tiempo la consulta de uno de sus hijos varones

Cristina decidió presentar la reclamación y hacerla pública, tanto en este medio como en sus redes sociales, "harta de que, la gran mayoría de los pacientes, tengamos que casi suplicar que nuestro médico nos consulte de manera presencial. Puedo llegar a entender que deban tomarse precauciones para evitar contagios en una situación de pandemia. Pero lo que no puedo entender es que tu médico de cabecera no te atienda por motivos de seguridad y dos horas más tarde lo veas tomándose una caña en una terraza", apunta. 

Creo que no es de recibo que un médico no te atienda presencialmente por motivos de seguridad y luego puedas verlo tranquilamente tomándose una caña con más gente (Cristina Sanmamed)

La joven relató con todo lujo de detalles lo acontecido en la noche del 27 al 28 de julio. Una infección de orina le hizo pasar una "noche toledana", "sin pegar ojo por las molestias. Tenía casi la absoluta seguridad de que se trataba, como en alguna otra ocasión, de una infección de orina. No hubiese salido de casa del insoportable dolor que comencé a sufrir esa misma mañana si no fuese porque tenía una cita también en el Concello de Verín. Me dirigí sin pensarlo al ambulatorio para que me consultasen. Después de explicarle al administrativo lo que me ocurría, me derivó a un enfermero, que acabó por pedirme que subiese con una muestra de orina. Me hizo la oportuna tira y determinó que, efectivamente, tenía una infección de caballo. También me dijo que mi médica de cabecera no estaba y que me atendería otro médico. En ese momento no estaba en su consulta y, una hora después, me acabó llamando ese médico y, de muy malas maneras, me dijo que bien podría haberme aguantado unos días si fui capaz de aguantar toda la noche con molestias", asegura esta paciente. 

El caso relatado por Cristina Sanmamed es uno de los muchos que, privadamente, denuncian los pacientes del centro de salud verinense. Varias farmacéuticas consultadas por esta redacción aseguran que cada vez más "los pacientes, si la dolencia es de poca entidad, acaban por pedirnos consejo y ya ni se molestan en solicitar una cita si saben que pueden resolver ellos mismos su problema puntual", apuntan. 

Los pacientes, si la dolencia es de poca entidad, acaban por pedirnos consejo y ya ni se molestan en solicitar una cita si saben que pueden resolver ellos mismos su problema puntual, apunta una farmacéutica de la villa de Verín

Detrás de todo lo anterior está una política sanitaria del Servizo Galego de Saúde que muchos de sus profesionales cuestionan y, algunas veces, incluso desobedecen: "Eu non espero a que os administrativos citen a un paciente meu, como fan algúns compañeiros. Cando falo con el, se vexo que preciso velo, xa lle dou eu a cita dende o meu despacho, sen ter que obrigalo a que chame de novo a admisión para que lle den nova cita. Son dos que penso que, aínda que é certo que moitas veces antes se viña ao centro de saúde máis para falar cun psicólogo que cun médico, tamén creo que aos pacientes hai que velos, escoitalos, para poder facer un diagnóstico máis completo", dice uno de los facultativos de un centro de salud de la comarca que prefiere mantener el anonimato.

En la medicina privada sí te ve la misma médica

La política sanitaria del Sergas provoca, curiosamente, en el centro de salud de Verín -como seguramente en otros por toda la comunidad- alguna que otra paradoja. En el ambulatorio de la villa, una de sus facultativas, que también dirige una clínica concertada, presta consulta sin mayor limitación por la mañana si es que un usuario del Sergas decide abonar la cita o hacerse con los beneficios de la asistencia médica privada. Sin embargo, si el mismo usuario decide solicitar cita para que sea esa misma facultativa la que le atienda, también de manera presencial en el ambulatorio verinense, las limitaciones impuestas por la Dirección Xeral del Sergas la obligarán, si la dolencia no reviste excesiva gravedad, a fijar una consulta telefónica. 



Siete días para que te vean en Xinzo
 

Las mismas quejas comienzan a ser notorias también en la vecina capital antelana, Xinzo de Limia. Según se ha hecho eco el diario Dende a Limia, en el consultorio limiano el problema, además de las citas telefónicas, es otro aún más grave: gran parte de sus facultativos tienen agendas tan apretadas que la primera de las consultas se pautan, en el peor de los casos, a una semana vista

"Si pudiste aguantar con infección de orina toda la noche, también podrías haber...