Casualmente, profesionales sanitarios del hospital de Verín han descubierto este viernes que las mascarillas quirúrgicas que le han sido facilitadas desde el Sergas están caducadas desde el año 2014 y tienen esa fecha ligeramente borrada con rotulador negro para que no pueda apreciarse con claridad.
Así lo han confirmado a este medio varios de ellos, incluso algunos han colgado fotografías de uno de los paquetes de material protector en las que se puede comprobar que lleva caducado desde hace seis años. El personal sanitario del hospital sospechó que podría tratarse de mascarillas muy antiguas al comprobar el estado que presentaban algunas de ellas.
Los profesionales sanitarios del hospital desconfiaron de la fecha de caducidad al encontrarse con mascarillas en el estado de la de la imagen.
La polémica de las mascarillas caducadas no es única del hospital de Verín. El Concello de Vigo ya acusó en el mes de abril que la Xunta de Galicia había enviado mascarillas quirúrgicas de protección que caducaron hace seis años, concretamente el 4 de septiembre de 2014. En Andalucía, el Servicio Andaluz de Salud (SAS), también ha estado suministrado este material de protección con la fecha de caducidad vencida, como así han denunciado las secciones de salud de los diferentes sindicatos de los trabajadores sanitarios.
El Ministerio de Sanidad, en colaboración con el de Trabajo y Economía Social, además del Instituto Nacional De Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), el Centro Nacional de Medios de Protección (CNMP) y la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS), contando con el apoyo técnico de otros colectivos como la Sociedad Española de Medicina y Seguridad en el Trabajo (SEMST), la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT), la Asociación Nacional de Medicina del Trabajo en el Ámbito Sanitario (ANMTAS), la Sociedad Española de Salud Laboral en la Administración Pública (SESLAP), la Federación Española de Enfermería del Trabajo (FEDEET) y Asociación de Especialistas en Enfermería del Trabajo (AET) ha elaborado un documento denominado Procedimiento de Actuación para los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales frente a la exposición al SARS-CoV-2, con fecha de su última revisión el pasado 30 de abril de 2020, en el que se plantean alternativas y posibles estrategias ante la escasez de equipos de protección individual (EPI) en situación de crisis, entre ellas, el utilizar material caducado. Aun así, en su Anexo III, denominado Guía para la protección personal, advierte de manera literal que "en el uso de EPI más allá de la vida útil designada por el fabricante es necesario tener en cuenta que las mascarillas fuera del plazo de caducidad pueden no cumplir con los requisitos para los cuales fueron certificadas. Con el tiempo, los componentes como las cintas y el material del puente nasal pueden degradarse, lo que puede afectar a la calidad del ajuste", reconocen en el documento de prevención de riesgos elaborado por los organismos estatales competentes y mencionados.
