El doctor Castrillo y la pediatra enviada desde Ourense para atender al que sería el último parto en el paritorio verinense, aquel ya lejano 30 de noviembre, protagonizaron horas después del natalicio una discusión en la habitación en presencia de los padres del pequeño. El primero entendía inicialmente que no se justificaba el traslado; la facultativa de Pediatría, todo lo contrario. El debate, ligeramente subido de tono, acabó con la apertura del expediente al médico jefe del Servicio de Ginecología del Hospital de Verín, del que ya se conoce propuesta de sanción: un par de días de suspensión por considerar su falta como grave.
En el procedimiento previo iniciado por la inspección médica en Ourense, la pediatra afirmó que el informe no lo había redactado por iniciativa propia.
Examinada la propuesta de resolución, que deberá confirmar la Secretaría Xeral Técnica de la Consellería de Sanidade, esta redacción ha podido comprobar como la pediatra que acabó acusando al jefe de Ginecología verinense cambió una parte de su declaración inicial para acaba exculpando a sus superiores directos: Santiago Fernández Cebrián, jefe de Pediatría del CHUO, y el gerente de Área, Félix Rubial Bernárdez. Así, si ante la inspectora médica de Ourense, encargada de realizar las informaciones previas al objeto de esclarecer los hechos expuestos en el escrito que la pediatra remitió, declaró, el pasado 23 de diciembre de 2019, que el "informe, en aquel momento no se hizo por iniciativa propia, fue mi jefe de servicio que habló con Gerencia y me pidieron que lo hiciera"; un año más tarde, y ya ante la instructora del expediente, el 21 de diciembre de 2020, la misma pediatra del CHUO afirmaba justo lo contrario: "Quiero puntualizar que en todo momento redacté el escrito voluntariamente y con conocimiento de la repercusión del mismo. El día de los hechos, me puse en contacto con mi jefe de servicio, como hacemos cuando hay un problema o un proceso de difícil solución. En ese momento, una vez resuelto el problema, ya le dejé constancia de mi intención de denunciar el suceso y de qué manera podía hacerlo. Al día siguiente, me informó del proceder de la presentación del escrito a través de Gerencia. Tanto la iniciativa inicial como el proceder final es bajo mi decisión".
Una versión de la historia clínica a la que no se pudo acceder
Además de lo anterior, en la mencionada propuesta de resolución figura también, en el punto número 18 de los antecedentes de hecho, la confirmación de que la pediatra modificó la historia clínica del recién nacido sobre el que se discutía la necesidad o no de traslado.
La instructora del expediente intentó, sin éxito, conocer qué dejó registrado la pediatra en la historia clínica del recién nacido y que más tarde versionó.
Según figura en la documentación a la que ha tenido acceso esta redacción, la facultativa de Pediatría enviada desde el CHUO realizó una anotación posterior -versión- a la primera de las realizadas en la historia médica del neonato. La instructora del expediente intentó, sin éxito, conocer qué es lo que había introducido en los sistemas informáticos la pediatra en la primera de las versiones: "Con fecha 11 de diciembre de 2020 se contacta con Soporte Usuarios para conocer la versión 1 de lo escrito en Ianus -el programa de control de los pacientes del Sergas- por la pediatra el día 1/12/19, ya que la anotación de la versión 1 se realiza a las 12:37 horas y se versiona a las 14:56 horas, siendo la versión 2 la que se puede leer en el Ianus. Desde Soporte Usuarios -prosigue la instructora en su informe-, se responde: "Non se pode, a nota orixinal sufríu unha modificación/versión e non é accesible. A versión indica que foi modificada unha vez".
