viernes. 19.04.2024
Es es el puño de Manuel, un día después de su nacimiento en diciembre de 2019.
El puño de Manuel, imagen publicada por Diario do Támega gentileza del padre del pequeño, ya está siendo utlizada en las redes para seguir movilizando a la sociedad en este tierno fotomontaje. | FOTOGRAFÍA tomada del grupo "Mi hijo nació en el Hospital... (...)".

Manuel tiene su historia. Sus padres viven en la comarca de Monterrei, en un Concello que está en medio del de sus progenitores, al Oeste y el Este, concretamente. Y ha nacido en un cuarto, el de Verín, aunque bien pudo haber nacido en Cualedro o en Sandiás, si los temores del ginecólogo verinense de guardia llegasen a cumplirse después de comprobar que su madre había avanzado en el parto de manera muy rápida. 

Su padre, funcionario público, intenta "por todos los medios" preservar la identidad de la familia, "no queremos que Manuel se convierta en un show, por eso que ahora que ya tienes la foto de una mano, te mandaré la de un pie", bromea. Chatea con el que suscribe pasada la una de la madrugada de este sábado 14 de diciembre desde una colchoneta tirada en el suelo de la habitación donde está el resto de su familia, pegado a la cama de su mujer. Duermen los dos, ella y el pequeño del puño en alto de 3.700 gramos al nacer. Le cuesta conciliar el sueño, en parte por la mezcla de emoción e indignación fruto del trajín de una noche que estaba llamada a ser la más maravillosa de sus vidas. 

Acudir al hospital de Verín si alguna de las embarazadas se ponía de parto, fue seguir las indicaciones que tanto el jefe de Pediatría del CHUO, el de Ginecología y otro directivo más -en referencia a Rubial- les dieron a las embarazadas de la comarca en el hospital de Verín. (Padre de Manuel)

Empieza a narrar desde el principio: "Acudir al hospital de Verín si alguna de las embarazadas se ponía de parto, fue seguir las indicaciones que tanto el jefe de Pediatría del CHUO, el de Ginecología y otro directivo más -en referencia a Rubial- les dieron a las embarazadas de la comarca en el hospital de Verín", recalca, y "ahí están más de 15 embarazadas que lo puede corroborar", señala asegurando que cuando su mujer se puso de parto, no dudó en seguir esa recomendación y acudir al hospital donde "hay unos magníficos profesionales que merecen todo mi reconocimiento y el de toda la sociedad de Verín. Si se consigue reabrir el paritorio ¡ya le pueden poner una calle a todo esta gente!", enfatiza. 

Nos acabó confesando que todo lo que había ocurrido era porque quedaban solamente por las noches dos pediatras de guardia y, claro, si uno se desplaza a una urgencia, el otro no puede atender a todo lo que pueda salir dentro del CHUO

Pero, su humor cambia cuando recuerda el momento del traslado: "Manuel nació perfectamente sano, la decisión no fue por seguridad del niño. Lo sé por una conversación entre una pediatra de guardia en planta, mi mujer y yo. Era muy atenta y cordial y no podía esconder la vergüenza que como profesional sentía por toda esta situación. Nos acabó confesando que todo lo que había ocurrido era porque quedaban solamente por las noches dos pediatras de guardia y, claro, si uno se desplaza a una urgencia, el otro no puede atender a todo lo que pueda salir dentro del CHUO. Fue ese el motivo y no otro por el que la pediatra que atendió el parto de Manuel se lo quiso llevar tan pronto, para poder seguir atendiendo a los bebés hospitalizados en la capital".

El padre de Manuel sigue el relato, y su deformación profesional e interés como damnificado, le lleva a continuar interrogando a esa pediatra: "Le dije que cuál era entonces la solución si dos pediatras no llegaban. Y me contestó que todo eso ya se lo habían comentado a su jefe para que tomaran medidas y así pudiesen tener siempre un pediatra de guardia para cubrir las posibles urgencias, como las que pudiesen salir en Verín", reconoce que afirmó la médico infantil. 

La conversación acabó derivando por parte de los padres de Manuel en el anuncio de las medidas legales que piensan emprender: "Esa pediatra nos dijo que una posible demanda solamente traería problemas al trabajador, y que los auténticos responsables de toda esta situación quedarían impunes. Pero mi mujer y yo tenemos muy claro que vamos a ir hasta las últimas consecuencias", afirmó.

Mi mujer y yo vamos a ir hasta las últimas consecuencias

Concluyó el tráfico de mensajes de Whatsapp insistiendo en su admiración por los profesionales médicos y sanitarios de Verín: "No somos conscientes de lo mucho que se merecen por la gran labor que hacen, recálcalo, por favor". 

No somos conscientes de lo mucho que se merecen (los profesionales del hospital de Verín) por la gran labor que hacen, recálcalo, por favor (Padre de Manuel)

Recalcado queda. 

"Mi hijo estaba sanísimo, la pediatra lo trasladó con prisa porque sólo estaba otro...