Xoves. 28.03.2024
Residencia Monte Barrio.
La residencia Monte Barrio, en Riós. | FOTO : Cedida.

En plena alerta por los recientes brotes aparecidos en esta "quinta ola" de coronavirus, que ha vuelto a irrumpir en geriátricos de toda España y también en Galicia, la residencia de la tercera edad Monte Barrio, en Riós, continúa sin bajar la guardia y se blinda con la premisa clara de evitar la propagación del virus en sus instalaciones. 

"Levamos moito tempo loitando contra a pandemia e traballando a piñón. Dende o primeiro momento fixemos os nosos propios protocolos, a maiores dos da Xunta, co obxectivo de que o virus non entre", resume su propietario, José Manuel Barrio, quien conoce mejor que nadie los estragos que causó el coronavirus en este tipo de instalaciones en la primera ola de la pandemia. 

Levamos moito tempo loitando contra a pandemia e traballando a piñón. Dende o primeiro momento fixemos os nosos propios protocolos internos, a maiores dos da Xunta, co obxectivo de que o virus non entre

Pese a estar todos inmunizados, en Monte Barrio no se confían después de un año y medio muy duro luchando contra el covid, que castigó con especial crudeza a las residencias de la tercera edad. "A meta é deixar o virus fóra e que non entre na residencia", resume.

En la actualidad, la residencia dispone de 40 plazas, todas ellas ocupadas, y una plantilla de 22 trabajadores (fisioterapeuta, auxiliar de geriatría, todos ellos personal cualificado). Dada la demanda existente, está en proceso de ampliación tanto de las instalaciones como de la dotación de personal para poder dar cobertura a nuevos usuarios.

Desde que comenzó la pandemia, la residencia se ha convertido en una suerte de fortín en su lucha diaria contra este minúsculo patógeno, que se resume en unas "estrictas" medidas de seguridad, protocolos internos y la completa inmunización de todos sus trabajadores y usuarios. 

En sus instalaciones, cuentan con mamparas y disponen de más de treinta desinfectantes automáticos repartidos por todo el centro y máquinas de ozono para poder desinfectar a diario así como alfombras desinfectantes. A ello, se suma que "cada 15 días fumigamos interior e exterior", la comprobación diaria de la temperatura y continuo cambio de ropa para poder entrar en las instalaciones. Además, Barrio ha sacrificado su restaurante contiguo para poder usarlo de almacén y lugar de acceso del personal a la residencia. 

La residencia también dispone de una sala intermedia, con entradas y salidas independientes, donde el personal médico externo puede ver a algún enfermo sin necesidad de tener que entrar en las instalaciones y dispone de zonas preparadas para poder aislar a los usuarios en caso de registrarse algún positivo.

Convencido de que todas las medidas son pocas, José Manuel ha decidido hacer test de antígenos privados, pagados de su propio bolsillo, que realiza cada semana todo el personal y a los usuarios, cada mes. Todo ello, para evitar los contagios. El uso de la mascarilla es otro elemento clave en este centro. De hecho, usuarios y trabajadores llevan tipo FPP2 que se cambian cada ocho horas -en el caso de los mayores- y cada cuatro, la plantilla. 

Las visitas también siguen unos horarios y unos protocolos estrictos de seguridad. Todas ellas han de realizarse con cita previa, por separado y en un horario muy limitado para evitar riesgos. "Vixiamos continuamente a temperatura e que non se den abrazos nin quiten as máscaras", abunda. Por el momento, el centro se encuentra libre de covid. 

Con la incertidumbre de saber cómo evolucionará el virus, Barrio tiene claro de que todavía va a haber que continuar un tiempo con las medidas sanitarias, convencido de que aún falta para volver a la normalidad. 

"Se houbera unha desgraza o obxectivo é que o virus non se propague e se contaxien todos", insiste. Por eso, una de las claves pasa, dice, por la rápida detección y mantener al virus a raya para evitar su propagación.

NOTICIAS DE EMPRESA | La residencia Monte Barrio, en Riós, se blinda contra el covid