LA IMAGEN DE ... | ¿Un ritual de santería, en Mandín?

Este "bodegón" estaba dispuesto en la carretera que comunica Mandín con Lamadarcos, ya en Portugal. | FOTOS: Noelia Caseiro.
Siete cajas de cerillas, con un pintalabios y un picardías.
En total eran nueve los puros, algunos de ellos sin consumir.
Una cabeza de cordero o cabrito.
Una fuente de barro con -¿adivinen el número?- manzanas.
En cada recipiente de barro, siete rosas.

No podíamos dar crédito cuando recibimos las imágenes de uno de los vecinos de Mandín (Concello de Verín), alertado por un familiar que decidió darse este sábado un paseo matutino y halló, a poco más de medio kilómetro de la localidad, esta presentación.

Allá que nos fuimos para comprobarlo y, en efecto, allí estaba, como si de una última cena se tratase. En la carretera que une Mandín con la vecina Lamadarcos, ya en Portugal, a unos 500 metros del primero, sobre el asfalto y en las inmediaciones de un cruce pudimos apreciar un mantel de cuadros sobre el que se habían dispuesto siete recipientes de barro que contenían una especie de pastel recubierto de pan rallado y que estaba rodeado de siete rosas en cada uno de los platos. Sobre ellos, un cucharón de madera -siete en total-. Como siete eran las botellas de cava rosado, a las que solamente les faltaba el líquido que estaba en sus correspondientes copas -también siete-. 
Siete eran las cajas de cerillas al lado de un pintalabios, con un picardías de color rojo enrollado. En esa supuesta mesa, un plato con algunos puros -nueve en total, siete de ellos sin consumir-, otro con una cabeza de cordero y una última fuente con un aparente guiso de costilla y guisante. 

Todo hace indicar que dicho banquete se dejó dispuesto en la madrugada de hoy. No se apreciaba resto alguno de las últimas lluvias y tampoco elementos de aparente putrefacción. 

Y, de postre: unas manzanas. También siete. Con algunas supuestas marcas en su piel. Eso sí, ese perfecto "bodegón" no ha sido económico. Los platos de barro han sido adquiridos en Chaves (Portugal) y todavía mantenían su precio (6,95 euros). La botellas de champán rondarán un precio unitario similar. Así que, multipliquen y sumen. Ese ritual u ofrenda -cabrito o cordero no incluido- no ha bajado de los 120 euros.